Tamara Falcó se ha quedado sin vestido de novia a falta de dos meses para su enlace con Íñigo Onieva. La boda tendrá lugar el próximo 8 de julio y la marquesa de Griñón deberá buscar otra alternativa ya que la firma bilbaína a la que le encargó el vestido, Sophie et Voilà, ha renunciado por "ética empresarial".
En un comunicado al que ha tenido acceso el diario El País, Sophie et Voilà señala que "lamentablemente, el acuerdo entre Sophie et Voilà y la señora Falcó para la confección de su vestido de novia ha tenido que ser resuelto como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó".
La nota añade que "sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño". Esto deja entrever que no han llegado a un acuerdo de cómo debía ser el vestido.
Sofía Arribas y Saioa Goitia, responsables de la firma, pretendían un diseño original, partiendo de cero, mientras que la hija de Isabel Preysler exigía una serie de cambios que finalmente han echado por tierra el contrato.
"Por eso, y por el respeto que nos merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura, no podemos cumplir con determinadas exigencias de la señora Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma", concluyen las diseñadoras.