A partir del próximo lunes 22 de enero, y hasta el próximo 20 de febrero, los arrantzales vascos no podrán pescar en las aguas de jurisdicción francesa del Golfo de Bizkaia. El gobierno francés ha prohibido durante prácticamente un mes la pesca para proteger a los delfines en la época en la que se aparean. Además, el Gobierno español ya se ha mostrado a favor de la medida y se sumará a la prohibición aunque el Ministerio de Agricultura y Pesca no ha confirmado cuando entrará en vigor el veto.
Este viernes el ministerio que dirige Luis Planas se reunió con los arrantzales para comunicarles sus planes así como para aclararles que deberán cumplir el veto francés. Las cofradías ya han mostrado su malestar con la medida que advierten subirán el precio de la merluza, el gallo o el rape, ante una previsible bajada de la oferta.
La medida afectará a cuatro embarcaciones vascas de altura a las que el Gobierno español ha confirmado indemnizaciones por valor del 25% de las capturas perdidas.
La consejera de de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco también cree que la prohibición provocará una subida del precio del pescado, aunque ha asegurado que en ningún momento habrá desabastecimiento. Arantxa Tapia también ha apostado por analizar escenarios futuros ante la posibilidad de que la prohibición se alargue para garantizar la defensa de los delfines con el mantenimiento de una pesar sostenible.