El gas extraído de los vertederos urbanos clausurados en Euskadi se podría utilizar "como biogas o biocombustible" y el suelo de estas instalaciones para ubicar plantas fotovolotaicas, según plantea el plan de tratamiento de residuos del Gobierno vasco.
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha explicado en el Parlamento Vasco, a petición de EH Bildu, las actuaciones contempladas en el Plan de Prevención y Gestión de Residuos del País Vasco, un documento presentado públicamente por la consejera el noviembre del año pasado.
El objetivo de este plan es dar un giro completo al modelo de tratamiento de los residuos no peligrosos con el fin de que en el año 2030 el volumen se reduzca hasta el 15 % del total generado y que en 2024 las instalaciones tengan capacidad suficiente para recibir el vertido generado en Euskadi sin necesidad de llevarlo fuera del territorio.
Para ello se impulsará el reciclaje y valorización de los residuos, y se ampliarán temporalmente algunos vertederos.
Con estas medidas el plan contempla una clausura progresiva, hasta el año 2030, de 13 vertederos.
Precisamente para estas clausuras, el Gobierno vasco exigirá su sellado y controles durante 30 años, así como la implantación de sistemas de recuperación de gas para su uso posterior como biocombustible siempre que sea posible, ha dicho Tapia.
Otro de los requisitos que se pedirán a los promotores de estos vertederos cerrados será la adaptación del espacio para un uso determinado en base a un análisis de riegos que, según Tapia, podría utilizarse para instalaciones fotovoltaicas.
Durante su comparecencia, la consejera se ha referido a la situación concreta del vertedero de Gardelegui de Vitoria, donde el plan contempla la posibilidad de que acoja celdas específicas de fiibrocemento, lo que ha provocado el malestar del Ayuntamiento de la capital alavesa, que recuerda que el vertedero no tiene autorización para recibir materiales peligrosos y que no lo solicitará.
La consejera ha dicho que aún no está cerrado el acuerdo con el Ayuntamiento para este proyecto pero ha considerado "lógico" estos vertidos en Gardelegui porque tiene capacidad y puede albergar el fibrocemento y el amianto de su entorno.