Explorar todas las alternativas posibles para reducir la carga de los precios de la energía en las familias y las empresas. El Gobierno Vasco no quiere renunciar a ninguna vía y ayer reclamó que se mejore la capacidad del gasoducto a través de Irun.
Entre su batería de propuestas, también insistió en una demanda que ha planteado en varias ocasiones y que asumió a mediados de julio el propio Pedro Sánchez en el último debate sobre el Estado de la nación. Se trata de acelerar la puesta en marcha del segundo cargadero de Gas Natural Licuado (GNL) en el Puerto de Bilbao.
Además, Euskadi solicita mecanismos regulatorios de seguridad para garantizar que llegan a Bahía de Bizkaia los buques de GNL previamente contratados. Así lo trasladó la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en la conferencia sectorial de energía celebrada en Madrid. Tapia pidió a la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que acelere “de forma importante” el segundo cargadero de GNL de Euskadi y que ponga en su agenda las otras dos actuaciones.
En la cita, según informaron fuentes de su gabinete a Europa Press, Arantxa Tapia agradeció el hecho de que el Gobierno de España haya atendido las sugerencias planteadas por el Ejecutivo vasco de activar los mecanismos de interrumpibilidad y cogeneración para la industria intensiva.
Según apuntó, son unas decisiones “muy bienvenidas” por una parte muy relevante de la industria vasca porque hay algunas empresas que están “parando temporalmente su producción como consecuencia de los elevados precios”. A pesar de ello, queda en el tintero mejorar la capacidad de la conexión del gasoducto a través de Irun para que este tema sea tratado en el Consejo de Ministros que tendrá lugar mañana viernes y agregó, por otra parte, que “no va ser suficiente con esa mejora sino que después va a haber que realizar una serie de actuaciones en el Estado francés”.
Tapia recordó que en el Plan vasco de Contingencia energética se plantearon otras medidas “relevantes”, entre ellas, una relacionada con activar algún mecanismo regulatorio de seguridad mediante el que se pueda garantizar que los buques con servicios contratados lleguen al destino y evitar que suceda lo que pasó en la pandemia con las mascarillas.
Según explicó, se trata de que los buques de GNL que estén previamente contratados y con compromisos de llegada al Estado “no puedan marchar a otros países u otros lugares como consecuencia del incremento en el precio y que exista un mecanismo que evite estas situaciones de alguna manera a través de sanciones o algún mecanismo regulatorio”. “Hoy podemos tener una seguridad de suministro relativa pero, como consecuencia del incremento de precios o de la competencia que pueda existir, no vayan a desaparecernos algunos de esos buques”, advirtió.
De cara al Consejo de Ministros de Europa, solicitó a su vez a la ministra que plantee dos cuestiones como son acelerar los mecanismos de ajuste en frontera ligados al control de emisiones de CO₂ porque, si no, “se está generando una competencia que no es buena y menos en este momento”. También cree que se deben acelerar las tramitaciones de las infraestructuras de generación de energías eólicas en Europa y trabajar porque la industria europea esté en las cadenas de suministro.
“Tenemos que llegar a esos 500 GW en el año 2030, estamos a ocho años vista y todos sabemos que la puesta en marcha de todas estas actuaciones suele conllevar un plazo muy largo de tiempo alrededor de seis o siete años”, indicó Tapia en la Conferencia sectorial, donde insistió en la necesidad de acelerar todas esas tramitaciones.