Tarabusi será sede del campus tecnológico de Zorrotzaurre tras su reconstrucción

El edifico Tarabusi, uno de los 19 inmuebles industriales que el Plan Especial de Zorrotzaurre ha mantenido en la isla, será derribado y reconstruido en su totalidad, respetando su misma imagen actual, para incorporarse al futuro campus tecnológico de Bilbao. Y no será un bloque cualquiera; el histórico inmueble acogerá la sede del parque, con unas obras que comenzarán previsiblemente a finales de este año y se inaugurará en otoño de 2025.

Paso a paso, el futuro campus tecnológico de Zorrotzaurre, ese espacio consagrado a la tecnología, la innovación, el emprendimiento y las industrias creativas, va tomando forma. Y creciendo a pasos acelerados. En marzo del año pasado, el Ayuntamiento de Bilbao y la sociedad Parques Tecnológicos de Euskadi firmaron el convenio para las primeras dos parcelas, una en punta norte, de unos 12.000 metros cuadrados, que incluirá la recuperación y rehabilitación de dos edificios existentes, los pabellones Lancor y Consonni, y una en la sur, con otros 15.000 metros cuadrados, en el que se levantará un nuevo bloque. La tipología de empresas que se implantarán en cada zona será también diferente: en la primera estarán especializadas en el uso de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, el Big Data, el Internet de las Cosas y las empresas vinculadas al sector cultural y creativo, mientras que en la zona sur se ubicarán principalmente las corporaciones y startups que ofrecen servicios empresariales intensivos en conocimiento y las que desarrollan su actividad dando servicios avanzados a la industria.

Pero esas primeras ubicaciones pronto se quedaron pequeñas ante el interés mostrado por las empresas para asentarse en ellas y hubo que empezar a buscar nuevas parcelas. Así, el pasado octubre ambas entidades firmaron una adenda al convenio para sumar dos superficies más al campus tecnológico: la primera es la parcela RZ-9, de 15.000 metros cuadrados, colindante a los edificios Lancor y Consonni, en la que se levantará un nuevo inmueble, y la segunda, la RZ-19, que ocupa el edificio Tarabusi, que sumará otros 4.000 metros cuadrados.

El edifico Tarabusi –que algunos recordarán porque el antiguo depósito de la grúa estaba ubicado justo delante– fue construido en 1960, obra del ingeniero industrial Santos Olaizola y es el último inmueble que queda en pie de un complejo productivo de construcciones electromecánicas y transformadoras, aunque en su origen se dedicaba a la fabricación de camisas y pistones para motores de explosión, que comercializaba bajo la marca Borgo. Sin embargo, actualmente presenta en su estructura un nivel de degradación muy importante, con armaduras oxidadas e importantes pérdidas de sección en algunos puntos; algunos estribos están completamente rotos, lo que afecta a la seguridad estructural del edificio. La corrosión está tan avanzada que cualquier reparación requeriría no solo el saneo de la estructura, sino la construcción de una estructura paralela a la existente, con el fin de soportar las cargas.

Por todo ello, Parques Tecnológicos de Euskadi ha tomado la decisión de demoler el edificio actual, para proceder a la reconstrucción de un nuevo conjunto edificatorio a imagen y semejanza de lo que fue el edificio Tarabusi. Junto a él, se edificará un nuevo inmueble que estará conectado a través de un finger y que tendrá también un diseño singular y funcional, de estilo moderno.

El conjunto albergará unidades de I+D+i, empresas tecnológicas, institutos universitarios en sectores como biomedicina, nanotecnología o multimedia, y entidades de servicios avanzados pero además, será la sede oficial de todo el campus de Zorrotzaurre, por lo que contará también con espacios específicos como salas de reuniones para empresas, un auditorio o la recepción general del parque.

El proyecto, cuyo diseño acaba de sacar a licitación Parques Tecnológicos de Euskadi, se redactará teniendo en cuenta principios de edificación ambientalmente sostenible y de arquitectura bioclimática, ecodiseño y economía circular. El edificio principal recreará el pabellón actual: sus mismas fachadas, sus vanos de carpintería exterior, los paramentos de fábrica de ladrillo caravista en formación de grandes dinteles... Eso sí, con materiales actuales que garanticen la estanqueidad, ventilación, aislamiento térmico y acústico, y durabilidad.

El comienzo de las obras del conjunto está previsto para finales de este año, una vez se elija el proyecto definitivo y se adjudiquen las mismas, y, tras entre 18 y 24 meses de trabajo, se espera que pueda abrir sus puertas en otoño de 2025.

“Momento histórico”

Con todo, esta parcela es la que ha cogido la delantera en el tiempo. El Ayuntamiento de Bilbao realiza una valoración muy positiva de esta licitación. “Estamos muy contentos; es un edificio histórico para la ciudad y para Zorrotzaurre en particular. Es la primera licitación que surge del convenio con Parques y para nosotros es un hito histórico que se visibilice que Zorrotzaurre es un proyecto no ya de futuro, sino de presente”, se felicita el concejal bilbaino de Promoción Económica, Xabier Ochandiano.