Jornada 24. La Primera División avanza hacia su último tercio y llega el último derbi del curso en Anoeta tras el 3-0 y el 1-1 ante Athletic y Alavés, respectivamente. Llega a Donostia Osasuna con ganas de quitarse por fin el mal fario que le persigue siempre que tiene delante a la Real. El choque, en plenos carnavales llega esta tarde a partir de las cuatro y cuarto.
Sabido es que, entre Copa, Champions y Supercopa, se han acumulado los viajes y los esfuerzos para ambos, y que el aspecto físico puede marcar el devenir de los noventa minutos de hoy. Tal es así que, tras Mallorca y antes de París, Imanol Alguacil tiene entre ceja y ceja apuntarse a las rotaciones porque estos tres puntos, sin dejar de ser importantes, sí que han de pasar a un segundo plano a nivel de efectivos ante lo que, deportiva, y también, económicamente, hay en juego.
A los octavos de final de la Liga de Campeones no se llega todos los días, y hoy dispondrán de minutos jugadores poco habituales pero tampoco lo que cabría esperar de no estar tan repleta la enfermería txuriurdin. Álvaro Odriozola, Aihen Muñoz, Kieran Tierney, Sheraldo Becker, Carlos Fernández, Mikel Oyarzabal...demasiados contratiempos y en mala hora, mientras el último en caer en Tajonar a las órdenes de Jagoba Arrasate ha sido José Arnaiz.
El caso es que los dos contendientes llegan a este combate conscientes de que es conveniente volver a sumar el triunfo. En el caso de los locales, porque el cuarto puesto y el Athletic quedan a once y ocho puntos, y Valencia y Betis solo a dos pisando los talones, mientras los visitantes aventajan en nueve al descenso pero con 26 tampoco es recomendable dormirse.
Además, en el bando rojillo existe la deuda pendiente que se prolonga más de una década; la de no haber ganado a la Real en tan largo tiempo. En el estadio donostiarra, de hecho, no se vence desde el 5 de noviembre de 2005, con aquel 1-2 y los tantos que llevaron la firma de Xabi Prieto de penalti, Raúl García y Carlos Cuéllar. Y no solo por eso, desde el 3-2 endosado al Getafe, derrota en Montjuïc ante el Barça y el sangrante 0-3 frente al Celta.
Por contra, en el cuadro guipuzcoano, que ha salido airoso de los duelos de testa temporada en feudo pamplonés, 1-1 en Liga y 0-2 en Copa, si bien no pierde desde el derbi de San Mamés, los últimos tres partidos se han saldado con sendos 0-0, Rayo, Girona y Mallorca. Está bien cerrar a cal y canto el marco de Remiro pero preocupa el escaso acierto reinante.
El arbitraje correrá a cargo del manchego Isidro Díaz de Mera Escuderos ayudado en el VAR por el aragonés Santiago Jaime Latre.