Tayfun Korkut, que mañana estará en el Red Bull Arena de Leipzig, analiza para NOTICIAS DE GIPUZKOA al rival del conjunto blanquiazul: "La Real tiene opciones, pero debe estar muy atenta"
donostia – Como le sucediera con el Leverkusen o con el Stuttgart, ahora es el Hertha de Berlín el que se ha encomendado a Tayfun Korkut para salvar los muebles. ¿Cómo está?
–Muy bien. Estamos trabajando duro. Estamos en la clasificación en una situación no muy cómoda. El fin de semana jugamos contra el Leipzig, el rival de la Real, y estamos preparando el partido. Es cierto que últimamente ocupo banquillos con la temporada ya comenzada, en equipos que están en situaciones difíciles. Tengo esa experiencia de salir de esa zona. Ya lo he conseguido varias veces y por eso me toca en esta última etapa sacar equipos de la zona peligrosa.
¿Qué equipo se ha encontrado?
–Comenzamos bien la andadura, logrando buenos resultados. Estamos cambiando, poco a poco, el estilo de juego, con más posesión, intentando ser más ofensivos, con un juego más combinativo. Al inicio nos acompañaron los resultados. Ahora llevamos un tiempo en el que no nos han acompañado, pero estamos dando pasos. Seguimos en la misma línea. Ahora es importante volver a ganar para no frenar el proceso que estamos llevando a cabo. Estoy muy contento con todo lo que hay. El equipo está escuchando, respondiendo a lo que estamos pidiendo de ellos. Los pasos son pequeños ahora mismo, dependiendo un poco de la situación en la que está el equipo en la tabla, pero estamos convencidos de que vamos a sacar esto adelante con la forma que queremos nosotros.
¿Ve al equipo convencido de salvar la categoría?
–Sí, claro que sí. Tenemos suficiente calidad para mantenernos en la Bundesliga. Lo importante es que estamos convencidos de hacerlo de una manera. Ahora toca sufrir. Durante un partido pueden pasar muchas cosas. Últimamente las cosas no están de nuestro lado, pero cada partido es una nueva historia y el fin de semana viene otro partido que queremos ganar para hacernos más fuertes.
El domingo juegan contra el Leipzig, pero unos días antes, mañana concretamente, lo hace la Real. ¿Qué equipo es el Leipzig?
–Es un club joven, que ha subido muy rápido desde la quinta división alemana, con jugadores, sobre todo, con mucha velocidad, y un estilo muy definido, muy vertical, muy de transiciones. Es un equipo que tiene muy buenas transiciones, y con un ritmo alto. El ritmo alto es la gran diferencia entre España y Alemania. Hay más ritmo aquí y menos elaboración del juego. Aquí se juega mucho más directo, con muchos más duelos, con muchas carreras a la espalda de la defensa. Es un equipo que hace esto a la perfección. Es un equipo fuerte. Todos los equipos de la Bundesliga son difíciles de batir, pero creo que la Real tiene un gran equipo, que puede romper la buena dinámica que tiene el Leipzig.
¿Cuál es el mayor peligro que tiene el adversario de la Real?
–Tiene un sistema claramente definido, con tres defensas y dos carrileros. Para mí, lo más importante de ellos, cuando ataca tu equipo, son sus transiciones cuando recuperan el balón. Tienen jugadores arriba que se colocan muy bien y están esperando ese balón. Tienen jugadores muy rápidos. André Silva, por ejemplo, deja muy bien el balón de cara. Luego está Nkunku, con mucha velocidad. Dani Olmo es un jugador que les da una calidad extra, aparte de su velocidad. Su línea de arriba es muy buena.
¿Tiene la Real capacidad para eliminar al Leipzig?
–Claro que sí. Eso sí, tienen que estar muy atentos a los momentos del juego y estar muy bien organizados cuando esté atacando, para que no haya contras. Romper su fútbol, que es muy vertical y muy rápido con su propio juego, controlando el partido, con posesiones largas, romper todo lo que caracteriza al Leipzig. Si hacen eso bien, el Leipzig tendrá problemas. Ellos tienen problemas en defensa y la Real tiene jugadores de mucha calidad, que saben moverse entre líneas, que saben mantener el balón, que saben buscar los espacios. Tiene que estar muy bien organizado y, como en todos los partidos de Europa, jugar como un equipo pequeño fuera de casa para al final conseguir el resultado que quieres. Es un problema jugar muy abiertos contra ellos.
Viendo cómo juega la Real, ¿este Leipzig es un buen rival?
–Es un rival que le va a poner a prueba por su movilidad arriba, sobre todo, y por sus carreras detrás de la última línea. Eso es un poco el estilo alemán. Tienen que estar preparados. En el fútbol español, el juego es más al pie. Hay muy pocos equipos que juegan al espacio en España. En Alemania casi todos juegan así, buscando el espacio a la espalda de la defensa. Esa es la gran diferencia y hay que estar atentos a esto. Esto es lo bonito si estás en una eliminatoria con un equipo de otro país, con un juego diferente. Es una buena prueba para los jugadores. Creo que tienen opciones, pero tiene que estar muy atentos.
¿Qué afición se va a encontrar la Real? ¿Es muy caliente?
–No, no es un club, por poner un ejemplo, como el Borussia Dortmund. Es un estadio en el que no se siente tanto la presión de la afición. Es un campo abierto. No sé cuántas personas van a entrar. Yo seré uno de los asistentes, porque el domingo jugamos contra ellos y quiero ver el partido, pero andarán entre 15.000 y 20.000 espectadores.
Desde la distancia, ¿qué le está pareciendo el equipo txuri-urdin?
–Hablar de detalles no es mi función. Suficiente tengo como mi equipo. Lo que te puedo decir es que me alegra mucho ver la evolución que la Real ha tenido con Imanol, un técnico de casa. Eso es la Real, la cultura de la Real, la cultura del País Vasco y eso me encanta. Hoy en día, el fútbol ha perdido su esencia, se han perdido muchísimas cosas. Todo está mucho más mezclado y a mí me gusta ver gente al cargo de un club y que lo sientan como su familia y eso se ve en la Real con Imanol, con Roberto Olabe o con Aperribay. Dentro de los cambios que están teniendo lugar en la sociedad y en el fútbol, que se trae a mucha gente de fuera, me gusta que la Real siga siendo una familia. Eso marca todo, el estilo, la afición... La cultura no hay que perderla.
¿Qué significa para alguien que quiere tanto a la Real como usted verla de nuevo ahí arriba y peleando por títulos?
–Es algo muy bonito. Fuera de mi país, es mi club preferido. Pasé tres años impresionantes. Mis hijos nacieron allí, mi mujer es de allí... hay tantas cosas. Estoy marcado como persona de una manera muy positiva. Aprendí mucho de la gente de ahí, de su forma de ser, de cómo es el vasco, qué valores tiene... Esas cosas han marcado mi vida y marcarán mi futuro.
Y la afición no se olvida de usted...
–Eso es algo muy especial. Cuando termina tu carrera como futbolista, siempre, cuando vuelves a la ciudad donde has jugado unos años y te han querido mucho, esa sensación es muy bonita. Llegas a casa. Han pasado 18 años y yo voy a Donostia tres veces al año y siento el mismo olor. Llego y pienso, ese olor me gusta.
¿A quién ficharía de la Real para su Hertha?
–(Risas) Ahora mismo a nadie porque no puedo. No es el momento de fichajes.
¿Quién es el jugador que más le gusta?
–Hay muchos. La Real tiene una gran plantilla. Pienso, por la forma que tiene de jugar, que el que podría estar bien aquí es Oyarzabal. Él pegaría en el fútbol alemán, por sus carreras al espacio. Es fuerte, es técnico. Tiene cosas que pegan con el fútbol alemán.