La tecnología se ha vuelto imprescindible en nuestro día a día pero, si no somos capaces de usarla con moderación, puede volverse en nuestra contra y causarnos un grave perjuicio, tanto a nivel físico como mental.
Móviles, tablets, ordenadores o videoconsolas llegaron para hacernos la vida más fácil y entretenida, pero usarlos a todas horas puede causarnos múltiples lesiones físicas.
El uso abusivo o incorrecto del móvil nos puede causar problemas en la vista, el oído y, sobre todo, en el sistema musculoesquelético, siendo la tendinopatía de Quervain una de las lesiones más habituales.
Tendones del pulgar
Quizás el nombre no te suene, pero si sientes molestias al mover el dedo gordo o la muñeca, tal vez sufras tendinopatía de Quervain sin saberlo. Se trata de una inflamación del recubrimiento de los tendones abductor y extensor que realizan el movimiento de separar y extender el pulgar.
La función de esa envoltura presente en todos los tendones de la mano, la vaina sinovial, es protegerlos del rozamiento con otras estructuras. Si se produce un traumatismo, un gesto brusco o un estiramiento continuado, se creará un líquido en esas envolturas con el fin de proteger los tendones, provocando dolor en dicha zona.
Sentir dolor al cerrar el puño con fuerza e inclinar la muñeca hacia el lado contrario al pulgar o detectar inflamación y sensibilidad en la zona de la base del pulgar, son otros síntomas de esta afección, asociada, entre otras cosas, a los movimientos repetitivos que realizamos con el pulgar al manejar el móvil.
Cuanto más pese el dispositivo, más incómodo sea o más tiempo pasemos sujetándolo, más posibilidades tenemos de que aparezcan este tipo de lesiones.
Test de Finkelstein
La mejor forma de conocer si tenemos tendinopatía de Quervain es el Test de Finkelstein. Esta prueba consiste en poner nuestro pulgar en la palma de la mano, abrazarlo con los otros cuatro dedos y en esa posición bajar levemente la muñeca. Si no podemos realizar ese movimiento completo o si al hacerlo sentimos dolor, lo más probable es que suframos dicha lesión.
Acudir a un profesional que nos confirme el diagnóstico nos permitirá encontrar el tratamiento más adecuado para nuestra dolencia. Fisioterapia, osteopatía o medicina tradicional pueden ofrecerte distintas soluciones.
El tiempo de rehabilitación puede oscilar desde las 3 semanas hasta los 6 meses, según su gravedad y el tiempo que se tarde en empezar a tratar la afección. Si no te pones en manos de especialistas, el dolor puede extenderse aun más en el pulgar, el antebrazo o ambos, y mover el dedo gordo y la muñeca solo intensificarán el dolor.