La rapidez y la efectividad con la que el personal de la discoteca Sutton de Barcelona atendió a la víctima de la presunta violación de Dani Alves ha puesto de manifiesto la importancia de que, en el ocio nocturno, existan protocolos contra agresiones sexuales. En el plano internacional, desde 2016 está en marcha el protocolo 'Ask for Angela' ('Pregunta por Ángela'). ¿En qué consiste?
Pregunta por Ángela
Ángela no es una mujer. Es el código para alertar al personal del local de que algo no marcha bien y se necesita ayuda para escapar de una situación desagradable. La clave del protocolo es su discreción. Todos los locales adheridos exhibirán, especialmente en los baños femeninos, un cartel informativo de la iniciativa: "Hola, soy Ángela. ¿Estás en una cita que no va bien? ¿Sientes que no estás en una situación segura? ¿Tu cita de Tinder o Plenty of Fish no es quien decía ser en su perfil? ¿Parece todo un poco raro? Si vas a la barra y preguntas por Ángela, el personal sabrá que necesitas ayuda para escapar de la situación y te pedirá un taxi o te ayudará discretamente, sin mucho alboroto".
Separar y atender a la víctima
El primero de los pasos es el de apartar a la víctima y aislarla del resto de clientes de la sala. Se le acompañará a una zona privada, se le ofrecerá abrigo o ropa si es necesario y se avisará a la Policía. El protocolo marca que, si es posible, la atenderá una persona de su mismo sexo, siempre con una actitud de empatía y comprensión. Es importante, además, que la víctima no vaya al baño a lavarse hasta que la policía se haga cargo de la situación. Si el agresor sigue en el lugar, el protocolo marca que también se le deberá separar del público, no dejando que se lave las manos o cualquier parte de su cuerpo y prestando atención a detalles como manchas de sangre o prendas desabrochadas.
Todo el personal implicado
Todo el personal de la discoteca, desde el personal del guardarropa hasta el 'dj', pasando por los porteros, está formado y al tanto de la campaña. Desde detrás de la barra o la cabina del 'dj' se puede tener una visión estratégica de la sala. De esta manera, a cualquiera de ellos se le puede preguntar por Ángela y activar así el protocolo. Pero no es necesario que sea la víctima la que inicie el proceso. Si cualquier miembro del personal detecta que se ha producido una posible agresión, puede dar la voz de alarma. Este fue el caso de la Sutton, ya que fue uno de los porteros el que dio la alerta cuando preguntó a la joven agredida -que se disponía a abandonar el local- qué le ocurría, al ver que había llorado.