Javier Tebas seguirá protegiendo a Ángel Vizcay hasta el final del caso. Así de claro ha quedado después de que el letrado de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Francisco Martínez Fernández, realice esfuerzos ímprobos en el escrito de impugnación que realiza contra el recurso que presentó el exgerente de Osasuna, Ángel Vizcay, para defender tanto que las primas por perder y por ganar son delito, como para que finalmente se exima a Vizcay de responsabilidad penal –porque básicamente, dice, era un mandado, un instrumento ciego de la directiva– y porque, según dice el escrito del organismo que dirige Javier Tebas, Vizcay realizó esta confesión “veraz y detallada con el objetivo de colaborar en la investigación, colaboración que puede apreciarse en el afán que ha demostrado tener por el descubrimiento de la verdad”.
Eso sí, salvo de los 600.000 euros que dice que llevaron a Sevilla para entregarles a jugadores del Betis, del resto del dinero que salió de manera ilegal de las arcas de Osasuna Vizcay no aclara nada. Conviene recordar que el exgerente acudió a las oficinas de la Liga a contar todo lo que Tebas quería saber en enero de 2015. Pero, a día de hoy, y ninguna sentencia ya lo aclarará, nadie sabe muy bien por qué motivo lo hizo (se llegó a insinuar en la investigación judicial que había algún motivo oscuro por el que se le presionó debido a que se hallaron unos correos electrónicos en su email). El caso es que sobre Vizcay pesa la mayor de las condenas. He aquí una de las claves del asunto a la que el Supremo tampoco conseguirá despejar la incógnita.
El otro quid era el interés que tenía el juez instructor, Fermín Otamendi, juez de Instrucción 2 de Pamplona, en que Sisinio, exjugador de Osasuna, relatara lo que había oído en el vestuario rojillo en aquellas fechas. Sisi declaró en el juicio por este caso, la primera condena por corrupción deportiva en el fútbol español, que el juez le había puesto en su despacho al teléfono con Tebas y que este le había ofrecido protección a cambio de que declarara lo que supiera de posibles amaños de Osasuna.
Vizcay era un subordinado, dice la Liga
Ahora, la representación letrada de la Liga seguirá pidiendo, como hizo en la vista oral, la eximente (es decir que se le absuelva) a Vizcay por “obrar en cumplimiento de un deber o en el ejercicio de un cargo”. La Liga entiende que los estatutos de Osasuna “plasman de manera clara la jerarquización que había dentro del club, encontrándose por encima del gerente la junta directiva, siendo por ello Vizcay un subordinado y debiendo cumplir y hacer cumplir las órdenes de la junta directiva. De esta forma, se excluye al gerente como un puesto con facultades para tomar decisiones de forma autónoma”. Tebas ya trató de salvar los muebles de Vizcay cuando declaró en el juicio en la Audiencia navarra que “su capacidad de decisión era muy limitada y que acudía a las reuniones con algún directivo”.