El PP ha entrado en una guerra total con el PNV. Los jeltzales se negaron a darle el voto en el Congreso de los Diputados para forzar la comparencencia de varios miembros del Gobierno español, incluido Pedro Sánchez, un desmarque que impidió al PP infligir a los socialistas la derrota parlamentaria que buscaba. El PNV dejó claro tras las elecciones en Venezuela que da crédito a la victoria del opositor Edmundo González Urrutia y exigió al régimen de Maduro que publique las actas, pero no se sumó a la estrategia del PP, porque creía que miraba varios kilómetros más allá de Venezuela, al corazón de Madrid y a sembrar la división entre los socios del Ejecutivo. El portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, acudió este jueves a Euskadi para tratar de darle la vuelta a la situación y utilizarla para el desgaste del PNV, con argumentos que iban a la yugular de Sabin Etxea y trataban de presentarlo como un partido que no se dirige desde Euskadi, sino desde el despacho de Sánchez. Trató de presentarlo como un títere y, según acusó, el PNV tiene que votar lo que le diga el PSOE y evitar que el Gobierno español rinda cuentas.
Tras su rifirrafe en las redes sociales con el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban (llamó “torpe” a Tellado), el popular los acusó a él y al presidente del EBB, Andoni Ortuzar, de llevar al PNV al borde de la derrota electoral por seguir las “órdenes” de Pedro Sánchez desde Ferraz, la sede del PSOE. Aseguró que el PNV perdió las elecciones europeas y empató con PSE y Bildu en las generales, y que estuvo a punto de fracasar en las autonómicas y, como resultado de esta dinámica, su gobierno tiene mayor presencia socialista. Dijo que Ortuzar y Esteban han alquilado el PNV al PSOE y han “borrado totalmente su identidad como partido”.
En las últimas convocatorias, el PP ha exprimido electoralmente este argumento con la intención de arañar votantes al PNV dentro del espectro más conservador o más contrario a Sánchez. En cualquier caso, las elecciones al Congreso y el Senado volvieron a demostrar el rechazo generalizado del votante vasco a un Gobierno del PP y Vox, la tendencia que ha definido de manera mayoritaria al electorado autonómico, y una dependencia ante la ultraderecha sobre la que el PP aún no ha madurado un cambio de estrategia.
"Pacto de silencio"
En una rueda de prensa en Donostia junto al presidente del PP de la CAV, Javier de Andrés, aseguró que el PNV sigue más la disciplina de voto socialista que el exsecretario de Organización José Luis Ábalos, y deslizó que el pacto ético que iba a proponer el lehendakari Pradales una hora después podría ser “un pacto de silencio” para el encubrimiento mutuo de PNV y PSOE. Entró en cuestiones internas de los jeltzales al acusar a Ortuzar y Esteban de fulminar al lehendakari Urkullu mientras ellos llevan más de una década ejerciendo. Venezuela pasó a un tercer plano, y fue citada únicamente por contexto. De Andrés, que tuvo un menor protagonismo en la rueda de prensa, se pronunció en una línea similar y dijo que “insultar”, como dice que ha hecho Esteban con Tellado, “contraviene” el “compromiso ético” que pide Pradales para evitar tensiones innecesarias. Acusó al PNV de vivir en un “tremendo nerviosismo” y de recurrir al insulto porque “no tiene forma de explicar a sus votantes” su posición.
El "mensajero Bolaños"
Tellado vio al PNV en una “dramática subordinación” al presidente español, que lo obligaría a “tapar todas sus vergüenzas”. De ahí que sea “imposible distinguir al PNV de Bildu” en el Congreso “porque son lo mismo, votan lo mismo, y apoyan lo mismo”. “El PNV obedece órdenes, pero no de Euskadi. Obedece las órdenes que le llegan de la sede Ferraz a través del mensajero habitual, que es el ministro Bolaños. En eso se ha convertido el PNV de la mano de Aitor Esteban. Esteban ya hasta incluye al PNV dentro del bloque de gobierno”, dijo. No obstante, no es una novedad que el PNV tenga un acuerdo de investidura con el Gobierno español, de ahí que se incluya en ese bloque. Añadió que este “es el resultado de lo que lleva haciendo la dirección del PNV con Andoni Ortuzar y Aitor Esteban, alquilarle el PNV al PSOE y borrar totalmente su identidad como partido”, y que ambos “sobreviven gracias a haberle entregado al PSOE su partido”.