"Tenemos que contribuir a la defensa europea con nuestra industria"

En el debate sobre descarbonización y competitividad resuena la energía nuclear. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha asegurado que es necesaria para mantener las luces encendidas y ha pedido que se replantee el calendario del apagón nuclear.

La transición energética es muy compleja y nadie tiene la solución. Muchas de las tecnologías que necesitamos para llegar a los objetivos de 2050 todavía no existen o están en su infancia. Y toca hacer apuestas, hay que abrir el abanico de opciones tecnológicas. Ahora mismo se están desarrollando en muchos países los reactores pequeños que son modulares, que son muy diferentes a las centrales nucleares de antaño, más seguros. Es un área que se está desarrollando. Nosotros lo que deberíamos hacer es seguir con las renovables, que es la apuesta que hemos hecho y que no se está haciendo, y estar abiertos al resto de las tecnologías que se están desarrollando.

¿Va a ser este por fin el año del despliegue de las renovables?

Con las renovables vivimos en una contradicción. Tenemos unos objetivos: que el 32% de nuestro consumo venga de fuentes renovables en 2030. Estamos en el 2025 con una originación propia, en la parte eléctrica, del 4%. Tenemos cinco años. Nos ponemos objetivos ambiciosos, pero nadie quiere cerca un parque eólico o foltovoltaico. El PTS ha elaborado un mapa donde podrían ir esos parques, ahora tenemos que ver qué tipo de infraestructuras actuales tenemos cerca para enchufar todo esto. Hay una cantidad de proyectos ahora mismo que son proyectos de papel porque no hay enchufe y la lógica empresarial me imposibilita ver si se van a hacer alguna vez.

Por la falta de redes eléctricas.

Las redes son el cuello de botella que tenemos en Euskadi, tanto para desarrollar parques renovables como para descarbonizar la industria, porque la parte de la descarbonización va a venir con una mayor electrificación. Esta electrificación va a necesitar una red mucho más potente de la que tenemos ahora y mucho más resiliente. Pero claro, no podemos estar parados hasta que se haga. En septiembre anunciamos que íbamos a ayudar a la industria a ser más eficiente energéticamente, que reduzca su consumo de energía. Y después que genere la energía que necesita mediante el autoconsumo. Todo esto a través de ayudas. Pero, habiendo hecho todo esto, todavía necesitaremos desarrollar parques eólicos y fotovoltaicos, pero para que eso pase tenemos que tener las redes también.

Vamos, que para 2025 no hay despliegue.

Siempre y cuando tengan enchufe, sí, y hay proyectos que están cerca de infraestructura eléctrica.

Varias voces –Zedarriak, el consejero Mikel Torres– han hablado de las oportunidades que presenta la industria de defensa en el contexto actual. Bildu quiere compromisos de que los fondos no tengan este destino. ¿Cómo ve el debate?

Tenemos a un vecino, Putin, que nos está invadiendo y tenemos otro vecino, Trump, que dice que ya no nos va a defender. Así que la defensa es urgente, importante y crucial para la supervivencia de Europa. Hay un proyecto europeo de defensa y nosotros como nación europea tenemos que contribuir. ¿Cómo lo vamos a hacer? Con nuestra industria. La tecnología civil puede tener un uso de defensa. Nuestra apuesta es continuar ayudando a que nuestro tejido industrial siga creciendo y siga siendo lo tecnológicamente más puntero posible. Y si en eso tiene aplicaciones duales, pues que las tenga.

Una oportunidad es, desde luego, teniendo en cuenta el rearme de Europa.

Creo que el lenguaje importa y aquí hay que hablar de defensa europea. Europa no está atacando a nadie, Europa se quiere defender. Nosotros tenemos un sector aeroespacial que es una maravilla. ¿Por qué no vamos a continuar creciendo ese sector aeroespacial que también tiene usos de defensa?