Vida y estilo

"Tengo un extraterrestre en mi casa y no le comprendo. No soporto a mi hijo"

¿Has sentido esto alguna vez? No es tan raro, todo lo contrario. Lo analizamos con Sara Tarrés, autora de "Mi hijo me cae mal"
Un adolescente mira la pantalla del móvil en su habitación.
Un adolescente mira la pantalla del móvil en su habitación.

Educar no es sencillo. Hasta ahí llegamos todos pero la crianza puede generar en padres y madres sentimientos encontrados y que no todo sea amor y devoción por los hijos. Puede que en algún momento nuestro sentimiento sea el contrario y que directamente nuestro hijo o hija se haya convertido en una persona extraña para nosotros. 

Sobre todo esto hemos hablado esta mañana con la psicóloga infantil Sara Tarrés que ha analizado estos sentimientos en su libro "Mi hijo me cae mal". 

"Aunque nos cueste admitirlo esta sensación es frecuente y lo cierto es que es natural", afirma Sara Tarrés que entiende que como padres y madres no sea fácil expresarlo. "Romper el tabú es uno de los objetivos del libro", reconoce Sara Tarrés que manda un mensaje de complicidad. "Ocurre en las mejores familias. Son pensamientos y emociones que se instalan poco a poco por varios motivos. Es importante sentarnos y hablar de ello pero sin juicios. Sin que nos coloquen la etiqueta de buena o mala madre", señala.

Considera esta psicóloga infantil que su trabajo comienza con las expectativas e ideales que creamos en la infancia y adolescencia. Un pensamiento "poco realista". "La imaginación lo aguanta todo pero la realidad nos pega más al suelo. Luego llegan las rabietas, niños desafiantes, pequeños tiranos", explica. "Hemos idealizado a nuestros hijos y pensamos que van a ser mejores de lo que hemos sido nosotros y vemos que se enfrentan a las mismas dificultades que cuando nosotros éramos niños", añade. 

La dura etapa de la adolescencia

¿Por qué los conflictos explotan mayormente durante la adolescencia? La respuesta es sencilla. "Es en el momento en que llegamos con desgaste y aceptamos mejor poderlo decir. Nos atrevemos a decir no soporto a mi hijo, no le entiendo, tengo un extraterrestre en mi casa y no le comprendo", afirma.

Ante ello recuerda que la adolescencia es un punto del ciclo vital y que "debe producirse". "El adolescente empieza a desvincularse de sus padres para seguir su camino y evolucionar a su etapa adulta. No nos encaja como padres pero forma parte del proceso natural", remarca. Ahora bien, cuidado con la permisividad. Sara Tarrés denuncia un exceso en este sentido. "Acabamos creando pequeños y grandes tiranos", avisa. 

Detrás de esto subraya hay una "crisis de autoridad importante" ya que padres, madres, maestros y agentes de seguridad han perdido la autoridad que tenían. "Algo nos está fallando. No me atrevo a decir que todo sea culpa de los padres. Los referentes de nuestros hijos ahora están las redes sociales y son un factor que influye en su desarrollo moral", matiza. 

Deberíamos plantearnos como sociedad qué nos está ocurriendo

Sara Tarrés

Escuchar como primera receta

En cualquier caso como padres debemos analizar nuestra actitud primero. "Muchas veces actuamos sin pensar, sin haberles escuchado", afirma. A menudo esto deriva de conductas aprendidas de cuando éramos niños. "Las usamos como modo automático", reconoce. "Es el grito que nos sale, barbaridades que acabamos diciendo. Hemos de ser conscientes de que quizás no está del todo bien o lo podemos hacer mejor", subraya.

Necesitan sentirse escuchados, escuchemos. Sentirse valorados, valoremos. Entenderles. Entender por qué. A veces están muy enfadados y les decimos no te enfades. Quizás hay un motivo.

Sara Tarrés


Sara Tarrés no sólo habla desde su condición de psicóloga infantil. Es madre de dos adolescentes de 15 y 12 años. "Como madre he pasado por esas rabietas, momentos muy intensos y que ahora también están en un momento de intensidad. Todo es blanco o negro. Son personas distintas a nosotros. Tienen sus necesidades", subraya.

Los límites y normas nos ayudan a estar seguros y convivir con los demás

Sara Tarrés

Aunque es muy complicado, nuestro trabajo como padres y madres se centra en encontrar el equilibrio. "Un exceso de normas no le va a ayudar a ser ellos mismos. Sin normas tampoco porque no sabrán ser", destaca. "Mi función principal es dejar que mi hijo cuando sea adulto se pueda valer por sí mismo, que sea autónomo", señala.

 

 

2023-09-26T05:06:01+02:00
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