En los últimos días, los vecinos del distrito de Trintxerpe, en Pasaia, han salido reiteradamente a la calle para denunciar la falta de seguridad y el miedo que sufren tras varios altercados y robos, que tendrían su origen en varios okupas de un local vacío. Sin embargo, de forma paralela también han comenzado a proliferar patrullas ciudadanas de violentos que, de noche, salen armados y encapuchados en busca de migrantes que duermen en la calle. La situación está muy tensionada y hay preocupación entre los vecinos y en el propio Ayuntamiento de Pasaia.
Todo comenzó a finales de verano cuando un grupo de migrantes ocupó un local vacío en la calle Araneder, un callejón paralelo a Euskadi Etorbidea, la arteria principal del distrito de Trintxerpe. Después llegaron varios episodios de delincuencia que se achacaron a este grupo de okupas, entre ellos, una pelea multitudinaria y un robo masivo, en vestuarios municipales, a chavales de un equipo de fútbol local mientras entrenaban.
El Ayuntamiento, preocupado
Desde hace un par de días, los okupas ya no están en el local. Sin embargo, algunos vecinos aseguran que les continúan viendo por la zona. El miedo y la inseguridad se ha instalado entre los habitantes de este distrito pasaitarra que piden apoyo a las instituciones. Y desde hace unos días, se ha incrementado la presencia policial, tanto de Policía Municipal como de Ertzaintza, en la zona.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Pasaia afirma que está "preocupado". Entrevistado en Onda Vasca, el teniente de alcalde para el distrito pasaitarra de Trintxerpe, Iraitz Pazos, dice que apoyará las manifestaciones pacíficas de los vecinos ya que considera lícitas sus reivindicaciones pero asegura que "no permitirá" las expresiones violentas de las patrullas ciudadanas. "Tenemos que priorizar la convivencia".
Concentración el sábado
Ante los micrófonos de Onda Vasca, una vecina de San Pedro nos ha contado que esos grupos vecinales se han extendido, incluso, de Trintxerpe a San Pedro y que actúan, buscando la justicia por su mano. "Se han puesto en contacto con varias personas de San Pedro que trabajan en el ámbito de la cultura o en el ámbito social, para que identificáramos sitios en los que podría haber jóvenes magrebíes viviendo en la calle. Y hemos empezado a ver, sobre todo de noche, a grupos con las caras tapadas y con barras de hierro".
Esta vecina cree que es lícito protestar de forma cívica pero no mezclar mensajes xenófobos. Por eso, cree que habría que "interpelar a la ciudadanía, animarles a que muestren su malestar pero que no dejen que se infiltren esas actitudes fascistas, racistas y con mensajes de odio. Que la gente sea consciente de separar una cosa de la otra".
En este mismo sentido, un grupo de vecinos de Pasaia ha convocado una concentración para este sábado, a las 12:00h del mediodía en la Plaza Santiago, del distrito de Donibane, con una idea clara: Pasaia es un municipio de acogida que no permite mensajes racistas.