Miles de personas se manifestaron y bloquearon este martes el tráfico en la calle Begin de Tel Aviv, por tercer día consecutivo, demandando al Gobierno de Israel un acuerdo de tregua con Hamás que permita la liberación de los cautivos en Gaza.
Frente a la sede militar de Kirya, epicentro de las decisiones en época de guerra, los manifestantes se congregaron con pancartas y banderas de color amarillo, la tonalidad que desde el ataque de Hamás del 7 de octubre representa a los cautivos, 97 de ellos aún retenidos en el enclave palestino, al menos un tercio ya muertos.
"Tenemos 101 rehenes que todavía están allí. ¡Mi padre todavía está allí y está vivo! Todo el mundo necesita salir de allí... ¡la única manera es a través de un acuerdo!", dijo en el encuentro Ella Ben Ami, la hija del rehén Ohad Ben-Ami.
"Esa es su política, torpedear el acuerdo una y otra vez", gritó por un micrófono Ella en alusión al primer ministro, Benjamín Netanyahu, según declaraciones recogidas por medios locales.
En el suelo, también con pintura amarilla, los asistentes fueron dejando un calco de sus manos, mientras que otros escribieron la palabra "lo siento".
En la ciudad de Rehovot, a 20 kilómetros al sur de Tel Aviv, decenas de ciudadanos con banderas nacionales clamaron en las calles por un acuerdo de tregua. "Les queremos de vuelta vivos y no en bolsas para cadáveres", gritaron.
Pese a su insistencia, con más de 300.000 israelíes protestando en las calles el pasado domingo -cuando se dio a conocer la muerte de los seis rehenes-, Netanyahu insistió este lunes ante los medios que no habrá tregua si, para ello, Israel debe retirarse de la divisoria gazatí con Egipto que ocupó hace tres meses.