Desde bien pequeña, los animales han estado presentes en su vida y, por ende, su pasión hacia ellos. Recuerda cómo disfrutaba acompañando a su abuelo a atender el ganado y el amor que le transmitió por "los bichos", y cómo su padre, se convirtió en su "cómplice" al dejarlos meter en casa.
De esa vocación forjada en la niñez, la vecina de Mezkiritz Teresa Etxarri Elizalde logró estudiar veterinaria en Zaragoza y trabajar en el Hospital Veterinario de Pamplona. Sin embargo, tras unos años, acaba de lanzarse a emprender por sí misma un nuevo negocio: GureVet, la primera clínica veterinaria a domicilio de Navarra.
"Había una necesidad en el Pirineo, ya que no hay clínicas ni nada relacionado con animales de compañía y, además, con la pandemia, ha habido un auge de mascotas", expresa esta joven de 27 años.
La idea le rondaba en la cabeza desde hacía años, pero no fue hasta que le avisaron de unas subvenciones de Gu Pirinioa para jóvenes emprendedores cuando se lo tomó más en serio.
También ayudó que tuvo la oportunidad de adquirir una ambulancia con UVI móvil de unos 8 metros cuadrados que, con el gran apoyo de su pareja Yerai, pintó y reconvirtió en la furgoneta gris con la que esta semana ya ha comenzado a tirar millas.
"Necesitaba estar segura de mis conocimientos y de mi práctica. Y justo cuando tenía todo en la cabeza, me vino todo rodado", apostilla.
Y es que experiencia no le falta. Ya no sólo por su trabajo en el Hospital Veterinario de Pamplona, que aún conserva, o por las prácticas que hizo en Mozambique que le dejaron huella. Viviendo en este pequeño pueblo del valle de Erro de tan sólo 73 habitantes y donde todo el mundo se conoce, muchos dueños de mascotas ya contactaban con ella.
"De vez en cuando, atendía a conocidos y amigos. Justo es eso lo que más difícil se me hace, cobrar a la gente. Hasta ahora lo hacía como favor, pero tengo que entender que son mis conocimientos y mi tiempo y creo que la gente también entenderá", manifiesta.
HOSPITAL MÓVIL
Inicialmente, su intención era dar cobertura veterinaria a todo el Pirineo, pero según las necesidades que vayan surgiendo, quiere terminar ofreciendo este servicio por toda Navarra. "Cuando viajan en coche, los animales sufren mucho estrés y a veces es difícil valorar lo qué les pasa. De esta forma, se evitan el viaje y les damos los mismos servicios que una clínica normal", comenta. Se refiere a consultas rutinarias, castraciones, identificaciones, vacunaciones antirrábicas y cirugías menores que pueda hacer a animales domesticados. "Lo importante es que no se quede ningún animal sin atender por no poder desplazarse hasta Pamplona", añade la veterinaria.
Así, el interior de la furgoneta es una sala de consulta y quirófano que tiene en el centro una camilla y que cuenta con una máquina de anestesia, un monitor para hacer cirugías urgentes, un esterilizador de material, una centrífuga para poder procesar muestras y mandarlas al laboratorio, o un lector de microchip, entre otros; así como todo el material básico de medicamentos o antiparasitarios. En cuanto pueda, también se hará con máquinas de hematología para hacer análisis de sangre, radiografías o un ecógrafo. "La gente no se hace una idea de lo caros que son los materiales y las máquinas en veterinaria", resalta.
KILÓMETROS
Desde esta semana, Teresa ya se ha dejado ver por las carreteras pirenaicas con su furgoneta gris rotulada con el nombre GureVet, junto a su perra Shirka, unas montañas y unas constantes vitales. Un logo en el que ha reflejado sus pasiones: la veterinaria, su perra y el Pirineo, que es "muy nuestro" (gure). "Trabajar aquí es mucho más cercano y personalizado. Acabas conociendo a todos y es muy bonita la relación que creas con los pacientes", señala la emprendedora.
Aunque el camino ha sido más largo de lo que le hubiese gustado, sobre todo por los permisos, la ITV y los trámites para hacerse autónoma, la joven Teresa ha demostrado ser otro ejemplo más de que no es una utopía vivir y trabajar en el Pirineo, siempre que se le ponga ilusión. Su teléfono 622458171 no para de sonar y la respuesta que está recibiendo en las redes sociales es abrumadora. Sin embargo, aún quedan retos que irá cumpliendo poco a poco. "Quiero hacer un máster de endoscopia y cirugía mínimamente invasiva. Y me encantaría volver a Mozambique para hacer una campaña antirrábica, que allí es muy necesaria, pero de momento, estoy muy contenta de empezar a andar", concluye.