Las imágenes, los vídeos, los testimonios que nos llegan desde Valencia siguen sobrecogiéndonos y nos ponen frente a una realidad que para quienes la están sufriendo de forma directa está siendo muy difícil de asumir y procesar. 95 personas muertas en el balance provisional y decenas de desaparecidos son las cifras que manejamos con la sensación de que esta tragedia aún puede ser mayor.
En ONDA VASCA hoy hemos podido contactar con algunos ciudadanos que han sido nuestros ojos en la descripción de esta catástrofe natural sin precedentes.
José Luis Valencia: "Hay miles de coches en las carreteras destrozados y se teme que ahí haya cadáveres"
El director del periódico El Levante- EMV, José Luis Valencia ha subrayado que en la zona cero de esta DANA hubo un "auténtico tsunami de agua". "Es la zona más difícil de acceder y se van a centrar en ella los servicios de emergencia. Es grave lo de la A3 pero esta zona es la de más riesgo de que haya desaparecidos", subraya.
"Se teme que ahí se encuentren muchos desaparecidos. Hay 120 mil personas incomunicadas por teléfono y sin internet. Los vecinos están desesperados porque no pueden comunicar ni con ellos ni con el exterior. Es una incertidumbre dolorosa", destaca.
"Hay miles de coches por todas las carreteras destrozados, volcados y es complicado. Ya no hay nadie a quien rescatar de tejados y ahora se van a dedicar a ver esos coches y es donde se teme que haya cadáveres", afirma. "Fijaros la montonada de coches que hay por las calles con cuatro metros de altura". Destaca que en la ciudad de la justicia de Valencia está el pabellón donde están los fallecidos e irán los familiares para el reconocimiento", explica.
Loles, Benicull: "Esto es muy triste. Es horrible. Tienes que ayudar sí o sí"
Bernat y Loles regentan un bar en el municipio de Benicull. Ellos no se han visto directamente afectados por la consecuencia de la riada pero no han dudado en ser parte de esa solidaridad que estos días invade Valencia. De hecho, la alcaldesa les ha pedido que el bar sea estos días el hogar de quienes necesitan agua, comida y refugio.
"Hemos ayudado a la gente porque había muchas casetas en los campos, han hecho noche como han podido y nosotros les estamos dando comida y bebida", relata Bernat. "Los campos están inundados. La periferia del pueblo está inundada y se ha quedado como una isla. Las casitas de campo sí que están inundadas y la gente ha perdido todo. No les dio tiempo más que a salir con lo puesto", añade Loles. "En estos momentos no puedes dejarles de lado, tenemos que ayudarles todo lo que podamos", prosigue.
"Esto es muy triste. Que se tiren al cuello y te abracen diciendo que lo han perdido todo. Es horrible. Tienes que ayudar sí o sí. Hay que ser humanos y empáticos. Te entran ganas de llorar porque es muy triste", afirma emocionada.
Josep Albelda, Algemesí: "Está todo arrasado. No se ha librado ni una calle"
Josep vive en Algemesí, en la zona 0. Ha perdido su coche y tiene su negocio afectado. Su pueblo está completamente destrozado. "Está todo arrasado. No se ha librado ni una calle. Mi casa está bien porque vivo en un primero pero no tengo luz y no tenemos agua. En parte del pueblo hay luz y en otra no", describe.
La sensación es que vive en un pueblo fantasma donde residen 26 mil personas. "Están todas las tiendas arrasadas. Todo arrasado. No he visto nada funcionando, ningún negocio", señala. Junto a esto, la imposibilidad de que hayan llegado los servicios de emergencia que hasta ahora ni siquiera han podido acceder a algunas zonas. "He visto a bomberos, algún coche de salvamento pero poco más. Alguna excavadora. Estamos incomunicados desde la noche del martes", subraya y reconoce que no ha sido consciente de la magnitud de la tragedia hasta ayer a última hora. "Vi la tele en casa de mi pareja y pude ver la magnitud. Me quedé a cuadros. Hasta anoche no fui consciente", afirma.
Oreto Trescolí, Alcudia: "Estamos bloqueados, con mucha impotencia porque no sabemos por dónde empezar"
Alcudia es otro municipio de la denominada zona cero. Aún hoy siguen sin contactar con los equipos de emergencia como nos ha contado Oreto Trescolí. "Estamos mal, muy mal y bloqueados, con mucha impotencia porque no sabemos por donde empezar. Los coches están en montones por las calles, es siniestro total. Todo bloqueado", subraya.
"La sensación de desamparo muy grande. Está cada uno en su casa, sacando agua, barro. Lo único que podemos decir es que estamos vivos. Al lado de casa de mi madre han fallecido dos personas. Dentro del mal podemos dar gracias de que estamos bien pero sin agua, sin luz, sin poder limpiar, las puertas no se cierran. Es una sensación de catástrofe", destaca.
Oreto señala que lleva 48 horas sin poder pegar ojo. "La primera noche no dormimos porque hasta las cuatro estuvimos pendientes del río. Yo vivo en la zona más alta del pueblo y no se ha conocido agua hasta aquí. Esta vez sí ha llegado. En mi casa no ha entrado pero el resto anegado. En algunas casas hay metro y medio de agua con ramas. Es un desastre, está todo por los suelos y el mobiliario para tirar", describe.
No quiere entrar a valorar si las alertas llegaron tarde a los móviles. "Cuando pasa esto, todo el mundo busca culpables", afirma. Pero se centra en la sensación que tiene ahora. "Estamos desamparados. No tenemos a nadie por la calle que nos pueda echar una mano o que nos informe de nada. Creo que pilló por sorpresa a todos. Creo que no eran conscientes de la magnitud de lo que venía", señala.
Pero insiste. "Lo que siento es desamparo, no tenemos órdenes ni instrucciones de cómo proceder. No sé qué hacer. No tenemos a nadie a quien poder decir nada", lamenta. "Nos falta algún organismo que nos de pautas. Estamos cada uno haciendo lo que puede a su bola", concluye.