El sistema educativo prioriza muchas cosas, pero la motivación, el esfuerzo o la felicidad, no son los puntos que más destacan. Sin embargo, The Big Think parece agregar lo que a éste faltaba. El nuevo proyecto fue desarrollado por tres jóvenes vizcainos, Lara Mansur, Asier Bengoa y Jagoba Ormaetxea. Los recientemente ganadores de la beca Taller Argal 2022 ya han compartido su iniciativa con más de 500 estudiantes en todo el Estado, y desean seguir creciendo. El alumnado que compone la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) es el protagonista del proyecto. Los grupos forman parte de talleres creados en torno a la inteligencia emocional, el desarrollo personal y el autoliderazgo.
Actualmente, a finales de octubre de 2022, The Big Think es uno de los 20 proyectos en ser elegido sobre 9.500 participantes en las Becas Taller Algar y Mansur, Bengoa y Ormaetxea, los únicos vizcainos -además de los más jóvenes- en ganarla. Pero, a inicios de 2021, este proyecto aún estaba en sus primeros pasos.
Todo comenzó en la semana de la economía creativa del Colegio Vizcaya. En una charla a los estudiantes sobre creatividad e inteligencia, “nos imaginamos a los alumnos escuchando toda esa información” y, cuenta Mansur, les vino la idea de qué se estarían preguntando: “¿Voy a ser capaz de hacer todas estas cosas”. Afirman que eso los llevó a ahondar más en esta temática y fue el inicio de todo.
“El objetivo principal está muy ligado a las preguntas. Vamos por la vida y muchas veces no paramos de preguntarnos cosas sobre nosotros mismos y la gente a nuestro alrededor”. The Big Think busca al ser humano, más allá del actual alumno o del futuro trabajador. El proyecto recalca la necesidad de fomentar actividades relacionadas con el desarrollo personal durante la adolescencia y sobre todo de guiar al alumno en un proceso de auto conocimiento, aceptación y trabajo interno. “Nuestro objetivo no era enseñar nada, sino hacer que quisieran aprender”, agrega Bengoa.
“ Que reflexionen y se hagan preguntas es el índice del proyecto que queríamos crear ”
Jagoba Ormaetxea - Cocreador de The Big Think
Cuando los dos jóvenes ya estaban estructurando la idea, llegó Jagoba Ormaetxea al equipo. Él comenta que el dúo buscaba a alguien que les ayudara con la metodología. Él es “más de creer que todo está por construir” ya que, como la esencia misma de este proyecto, “la clave está en la preguntas”, porque “si logras que una persona se haga preguntas, automáticamente se verá forzada a encontrar las respuestas”.
La ambición a gran escala no quita el factor de una atención personalizada. Por ende, el primer paso al momento de realizar el programa en un colegio es la reunión con el claustro de profesores. “Nos gusta que nos expliquen cuáles son las cosas que hacen falta en cada clase y, en base a eso, diseñamos las sesiones”, explica Mansur. Lo que sigue a esto son tres sesiones semanales de unos 50 minutos cada una. Estas se llenan de una tónica didáctica, en la que “los estudiantes son los protagonistas’’. Mansur también destaca el hecho de que tratan que “se quede un poco abierto”, a modo de señalar a los alumnos que todo el proceso no acaba ahí, al contrario, comienza con todas las preguntas que se harán a partir de ese momento”.
“ Buscábamos una metodología que realmente impactara en los alumnos ”
Asier Bengoa - Cocreador de The Big Think
Posteriormente los estudiantes reciben un formulario en donde, de forma anónima, pueden contar su experiencia en los talleres. Bengoa comenta que no pensaban “que lo iban a recibir tan bien” y Mansur dice que al momento de recibir el feedback de los estudiantes, “dijimos que había que seguir” con el proyecto. Sin embargo, ambos señalan que uno de los puntos pendientes de incentivar es la participación de los padres. “Tienen un papel muy importante porque son las personas con las que más conviven los alumnos, pero organizarse con ellos es un tema difícil en cuanto a logística”. Pero, el papel de los padres en el proyecto es una de las cosas en la que la beca tendrá efecto. Además de “probar la metodología con los padres”, los fundadores de The Big Think quieren involucrar a terceros en el proyecto para que también “ejecuten las charlas”. Bengoa explica que otras personas “que comparten esta filosofía podrían dar las charlas”, ya que “se conecta fácilmente con los alumnos y es muy agradable”. A estos próximos pasos con ayuda de la beca, se suman la elaboración de una página web y la mejora de los medios de comunicación del proyecto.
“ Queremos despertar la curiosidad por hacerse preguntas y buscar las respuestas ”
Lara Mansur - Cocreadora de The Big Think
Cada uno guarda consigo recuerdos inolvidables de lo que aún es el comienzo de esta iniciativa. Uno de ellos, para Lara Mansur, fue el de una alumna asidua a la escritura, pero que, por motivos personales había intentado dejar de escribir. “Yo le animé en la medida de lo posible a que siguiese escribiendo, a la siguiente sesión vino súper emocionada, mostrándome sus escritos en un cuaderno”, comentó. Para Asier Bengoa fue un joven con un perfil muy distinto al de la historia de su compañera. “Era un chaval que no iba mucho a clase y, en una de las charlas, se frustró porque le hice hincapié en que no se esforzaba” -cuenta- “algo le debió remover por dentro porque en las siguientes sesiones me dijo que se esforzaría más y así lo ha estado haciendo”. La profesora del joven les comentó que el alumno ha tenido una considerable subida en su rendimiento.
LAS MENTES DETRÁS DE THE BIG THINK
Trayectoria. El perfil de sus fundadores es uno de los factores más determinantes para que este proyecto, en poco menos de dos años, haya evolucionado tanto. Lara Mansur es una joven de 21 años que, al igual que Asier Bengoa, estudia el grado LEINN (Liderazgo Emprendedor e Innovación de Mondragon Unibertsitatea) participa en otros proyectos de índole académica, entre ellos, una “asignatura de emprendimiento” con el Colegio Vizcaya. Bengoa, por su parte, ha puesto en marcha ‘startups’ como RV Tickets y Thanos Corporation. Y Ormaetxea con casi veinte años en emprendimientos culturales, ha puesto en marcha negocios como TAOM y Gürepoke.