Osasuna puso fin a una temporada complicada, distinta y difícil. Salvar este año tiene un mérito terrible pero ahora es el momento de darle una vuelta a todo lo ocurrido para mejorar, aprender y seguir progresando, sin caer en la autocomplacencia.
Como bien se sabe ya, Braulio anda cerrando jugadores para la temporada que viene. Él siempre ha dicho que le gusta fichar pronto y así lo ha ejecutado con Kike García y Areso, como mínimo. Apunta a que, pese a esto, va a tener un verano movidito, muchos jugadores se han puesto en el escaparate y, desgraciadamente, alguna sorpresa en forma de salida parece que va a haber.
Pero vamos con la reflexión. Osasuna ha salvado la temporada sin su principal baluarte: la afición, que ha estado presente pero en espíritu. De cara a la temporada que viene el Club ya puede realizar una importante labor para premiar a toda esa afición que ha ayudado con su dinero pero sin poder disfrutarlo. La entidad no se puede permitir otra temporada sin El Sadar lleno hasta la bandera (siempre que el covid lo permita, claro).
Otra es que el Jagobismo está muy vivo. Lo está gracias al apoyo del club en su día (han sido muy alabado por ello) pero también a esa reflexión que hizo el propio Arrasate para volver a recuperar a un equipo que estaba perdido y que apuntaba bastante mal.
También tendrán que darle una vuelta en las oficinas de El Sadar al mercado que se viene. Osasuna se encuentra sumido en muchas dudas. Una es que el gol se paga y el gol tranquiliza. ¿Vale todo eso ocho millones de euros? Creo que todos están de acuerdo en que sí. Pero ahí entra la segunda, y no menos importante, cuestión. ¿Puede y debe pagar eso cuando la deuda este año (por varios factores: covid, campo...) se ha disparado? ¿Para afrontar llegadas importantes serán necesarias salidas no menos dolorosas? Esa reflexión será importante de cara a la temporada que viene.
Osasuna se encuentra en un momento de crecimiento, de gozo, pero el fútbol en cualquier momento te pega una bofetada. Por ello la entidad debe seguir apuntalando los cimientos (afición, economía...) para permitir que Arrasate y Braulio expandan el equipo. Tiempo de reflexión y de actuación.