Expectación a ilusión a partes iguales entre la familia realzale ante lo que llega esta noche a partir de las nueve. Arranca el último combate previo a la disputa de uno de los partidos, probablemente el que más, que puede haber: la final de la Copa del Rey. Ya se avistan La Cartuja sevillana y el sábado 6 de abril, y Mallorca y Real Sociedad dirimen el primero de los dos asaltos en Son Moix, donde se dilapidaron en la ronda anterior todos los sueños por llegar a ella del Girona de Míchel, gran revelación de la temporada. El segundo y definitivo llegará en Donostia el día 27.
La Real, que aún no ha jugado ante su gente un solo minuto de esta edición del torneo del KO, ha preparado a conciencia este envite inicial de la semifinal, única eliminatoria que se disputa a doble enfrentamiento durante estos últimos años. Pero el cuadro balear, con su míster, Javier Aguirre, perro viejo en los banquillos, a la cabeza, también. Y con otro aspecto motivador, la escocida noche de viernes vivida en Bilbao.
Con las ausencias del tocado Maffeo y el sancionado capitán Raíllo, los bermellones apuntan a un 5-3-2 frente a los txuriurdin, cuyo técnico Imanol Alguacil cuenta con las bajas de Aihen, Tierney, Becker, Odriozola y Carlos Fernández, y las dudas de Oyarzabal y Traoré, quien, junto a Kubo, vuelven a estar ya para la causa tras la disputa de las Copas africana y asiática. Todos desean aportar para que la Real supere la cuarta de sus últimas cinco semis, y así repetir presencia en el coliseo hispalense cuatro años después de sus segundo título copero conquistado.
El entrenador de Orio, que espera un Mallorca muy distinto del que sucumbió y apenas compitió en San Mamés, profesa absoluto respeto a un rival que no atraviesa por el mejor de sus momentos. Con comprobar que únicamente se ha quedado con dos de los quince puntos habidos en juego en este primer mes del año y comienzo del segundo. Pero Alguacil destaca "más que el sistema y a sus jugadores, a su entrenador. Es un placer enfrentarse al equipo de Javier. Le tengo gran estima, se lo merece y es un entrenador top".
Ilusión y cautela
El míster realista habla de "máxima ilusión pero sabiendo que todavía no se ha conseguido nada. Queremos afrontarlo con la máxima ambición sabiendo que el rival tiene las mismas ganas que nosotros. Contento de volver a estar en unas semifinales pero sabiendo que el que está enfrente nunca es sencillo". Además, indica que "lo que nos ha dado éxito es no mirar a partidos de ida y vuelta. Afrontarlo como si fuera una final, si pensamos que hay otro de vuelta ya empezamos a perder. Pensar que es el último".
Un posible once donostierra apunta al formado por: Remiro; Traoré, Zubeldia, Le Normand, Javi Galán; Zubimendi, Brais, Merino; Kubo, Oyarzabal y Barrenetxea. Por los locales, Greif; Nacho Vidal, Gio González, Nastasic, Valjent, Toni Lato; Samu Costa, Darder, Dani Rodríguez; Abdón y Larin.
El choque, que será seguido in situ por unos 300 seguidores txuriurdin, será arbitrado por un auténtico talismán para la Real, ya que con el gallego Muñiz Ruiz ha obtenido cuatro triunfos y un empate en los cinco partidos que le ha pitado. El asturiano González Fuertes al encargarse de las labores en el VAR.