ChatGPT, el chatbot de inteligencia artificial creado por OpenAI, es ya uno más en nuestra lista de contactos y solemos recurrir a él de forma habitual para resolver dudas o recabar algún tipo de información. Sus respuestas naturales y coherentes pueden hacer que nos olvidemos de que estamos conversando con una IA y no con una persona real.
Pues bien, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de algo que muchos usuarios ignoran y es que la información que comparten en sus conversaciones puede ser utilizada para entrenar a esta inteligencia artificial.
ChatGPT es entrenado con volúmenes muy grandes de datos que proceden de textos públicos, webs privadas o incluso de contenido generado por equipos humanos específicamente para mejorar el comportamiento del modelo.

ChatGPT es entrenado con millones de datos para mejorar su funcionamiento.
Asimismo, este chatbot se nutre de sus interacciones con los usuarios y con los archivos que estos comparten tanto en su versión Free (gratuita) como en sus dos versiones de pago, Plus o Pro, lo que demuestra que, en términos de privacidad, pagar no es ninguna garantía.
Las únicas versiones que garantizan realmente la privacidad de los usuarios son los entornos empresariales de OpenAI (ChatGPT Team y ChatGPT Enterprise), los cuales aseguran por contrato que los datos no se usarán para entrenar a la IA.
Desactivar el permiso
La OCU señala, no obstante, que si eres usuario de ChatGPT, hay una forma en la que puedes proteger tu privacidad y es evitando que OpenAI utilice tus conversaciones y tus archivos para entrenar a su IA. ¿Y cómo puedes conseguirlo? Es muy sencillo: basta con desactivar la opción que lo permite siguiendo unos sencillos pasos.
En primer lugar, debes acceder a tu cuenta personal de ChatGPT desde https://chatgpt.com/. A continuación, haz clic en la foto de tu perfil (arriba a la derecha) y selecciona Configuración. En el menú emergente, ve a la opción Controles de datos y desactiva la casilla Mejorar el modelo para todos.
Al desactivar esta casilla, las conversaciones seguirán apareciendo en tu historial, pero no se utilizarán para entrenar a la IA. Esta configuración se aplicará a toda tu cuenta sin importar desde qué dispositivo accedas a ella (móvil, tablet, ordenador...).
Otra forma de protegerte es usar los chats temporales. Estos desaparecen a los 30 días, solo se revisan en caso de posibles abusos y nunca se usan para entrenar a los modelos de IA.

Recreación de una conversación en el móvil con un chatbot.
Otros datos
Pese a esta posibilidad de desactivar la opción de entrenamiento de la IA, la OCU advierte de que la privacidad del usuario no está totalmente protegida; OpenAI seguirá recopilando determinados datos personales tuyos por motivos operativos, de seguridad y legales.
Se trata de datos básicos de la cuenta (nombre, mail o método de pago), datos de uso (número de mensajes o funciones que utilizas), datos técnicos (dirección IP, tipo de navegador, sistema operativo, idioma y país desde el que se accede), metadatos de sesión (duración de las sesiones, frecuencia de uso o longitud de los mensajes) y datos legales y de cumplimiento (información para cumplir con normativas como el GDPR o la CCPA y para responder a requerimientos legales).
Prohibiciones de la UE
Desde el pasado mes de febrero, la normativa de la Unión Europea (UE) sobre la inteligencia artificial prohíbe diferentes prácticas en su interacción con el usuario. Entre ellas destaca la manipulación a personas para explotar sus vulnerabilidades por edad, discapacidad o condición socioeconómica.
Tampoco está permitido hacer un social scoring, es decir, clasificar a las personas por su comportamiento social o sus características personales, ni hacer una predicción de delitos basándose solo en el perfil de una persona o en sus rasgos de identidad.
De la misma forma no se puede deducir rasgos sensibles como son la raza, la religión, la orientación sexual o las opiniones políticas ni inferir emociones en entornos laborales y educativos, excepto por razones médicas o de seguridad.
La IA tampoco puede hacer una recopilación masiva de imágenes faciales de la web o de sistemas de videovigilancia para nutrir bases de datos de reconocimiento facial. De ninguna forma se puede practicar el reconocimiento biométrico en tiempo real en espacios públicos con el fin de aplicar una ley, salvo en algún supuestos como ataques terroristas.
Ya lo ves, si quieres utilizar ChatGPT y te preocupa tu privacidad, comienza por desactivar la opción Mejorar el modelo para todos. Sin embargo, no olvides que nunca estarás totalmente protegido, puesto que la IA seguirá recabando, aunque no seas consciente de ello, determinados datos sobre ti.