Luis Blanco Urgoiti, secretario general de AVEQ-KIMIKA, explica las medidas que los ciudadanos deberían adoptar ante un accidente químico en alguna empresa alavesa
Lantarón – Los sistemas de alerta por riesgo químico se probaron la pasada semana para comprobar su funcionamiento y especialmente verificar si esas alertas llegaban a la población. Lantarón y otras localidades del País Vasco con industrias químicas en su término realizaron esta especie de simulacro, en el que no estaba prevista la movilización de equipos, para que Seguridad Kimika, un proyecto informativo de la AVEQ-KIMIKA (Asociación de Empresas Químicas), comprobaran que todo estaba en orden para poder avisar a la población de cualquier suceso. Así lo explica Luis Blanco Urgoiti, secretario general de AVEQ-KIMIKA.
–En realidad, los ejercicios de la pasada semana no son simulacros. Los simulacros son actuaciones mucho más amplias, una simulación de una emergencia, con movilización de personal y medios. Esta semana solamente probamos que las sirenas funcionasen perfectamente. Todos los equipos que pueden necesitarse en una emergencia tienen que estar perfectamente revisados y probados en todo momento. Listos para usarse. Y las sirenas no son una excepción.
Las empresas deben disponer de medios para evitar accidentes, a pesar de ello, ¿se producen sucesos?
–En las empresas, en colaboración con los técnicos de entidades externas y los de los departamentos de Industria y de Seguridad del Gobierno Vasco, analizamos todas las posibilidades, todo lo que podría salir mal, una y mil veces. Pero en la vida el riesgo cero no existe y, aunque la posibilidad de que haya un accidente sea muy baja, siempre tenemos que estar preparados. Nada puede quedar al azar.
En el País Vasco se ha buscado una fórmula para ayudar en situaciones de emergencia: Seguridad KIMIKA. ¿Qué es y cómo funciona?
–En Euskadi hemos dado un paso adelante en la colaboración público-privada en la constante búsqueda de mejorar y seguir mejorando la seguridad de las instalaciones y la eficacia en caso de que se produzca una emergencia. Esa colaboración culmina con la necesidad de que las comunidades que rodean las instalaciones estén informadas de la realidad de las instalaciones y de qué tendrían que hacer si un accidente se produjera.
¿Prevención e información son las claves para minimizar los sucesos?
–Por supuesto, la prevención es lo más importante. Ese es el objetivo esencial, que el accidente nunca jamás se produzca. Pero, aun así, por si acaso todo fallara, debemos estar preparados. Y, para eso, la información clara, completa y transparente es esencial.
¿Qué debe saber la población para poder protegerse de un accidente químico?
–Depende de los escenarios de emergencia que se plantean en cada localidad y que varían en función de los productos que maneje cada instalación. No es lo mismo el riesgo de un depósito de gas natural que el del cloro que se usa para la depuración del agua potable. Por eso es importante visitar la web de Seguridad KIMIKA que informa por cada localidad.
¿Cómo actuar cuando suena la sirena? ¿Qué hacer y qué no hacer?
–Las sirenas se utilizan para avisar a la población de forma inmediata de que se ha producido un accidente que puede generar una nube tóxica, por ejemplo, por un incendio de un material cuyos humos tengan una elevada toxicidad. La instrucción esencial es confinarse donde estemos. En casa, en el trabajo, en el colegio... quedarnos en el interior, cerrar puertas y ventanas, tapar en lo posible conductos de ventilación y mantenerse informado en todo momento de la evolución de la situación.
¿Qué tipo de sucesos pueden ocurrir y en qué tipo de empresas?
–Clasificamos los escenarios en cuatro tipos básicos, de los que dependen las tácticas operativas y lo medios que deben usarse: una explosión, por ejemplo, en un tanque de gas butano. Un incendio, por ejemplo, en un depósito de gasolina. Una nube de gas tóxico, por ejemplo, por una fuga de gas que lo sea y, por último, una situación de peligro para el medio ambiente.
El peligro no es una apreciación subjetiva.
–La característica común que une a todas las instalaciones afectadas es que trabajan con materias peligrosas. Y es que nos encantaría que la gasolina solamente fuera inflamable una vez que entra en el motor del coche. Que se pudiera activar y desactivar cuando conviniera... pero, mientras no seamos capaces de hacer eso, tendremos que gestionar los riesgos que derivan de fabricarla, almacenarla y distribuirla.
¿Qué medios intervienen en un suceso?
–Además de los propios medios de las empresas, su propio personal entrenado y sus propios equipos, los Planes de Emergencia Exterior cuentan con todos los medios públicos que pudieran ser necesarios: Ertzaintza y Miñones, Policía Municipal, bomberos, ambulancias...
¿La Palma es un ejemplo de accidente químico?
–La erupción de un volcán es un riesgo natural que tiene su propio plan operativo y sus propias tácticas de actuación. Las autoridades de protección civil, que en Euskadi las conocemos como SOS Deiak, tienen planes específicos para cada tipo de accidente o catástrofe: para inundaciones, terremotos, vientos muy fuertes, grandes oleajes, incendios forestales, el hundimiento de un edificio de viviendas o un incendio en un edificio grande de oficinas, entre muchas otras cosas. En una situación de emergencia no se puede improvisar. Todas las tácticas operativas tienen elementos en común, pero cada una de ellas es específica para el tipo de suceso de que se trate.
En La Palma se habla de zona de exclusión para limitar el acceso de personas. En el lenguaje de Seguridad KIMIKA, ¿qué son zona de intervención y zona de alerta?
–Uno de los elementos comunes de todas las tácticas operativas es la limitación de la movilidad. Cuando se cierra el Paseo Nuevo de San Sebastián cuando hay amenaza de grandes olas es, básicamente, la misma herramienta.
¿Qué localidades alavesas son susceptibles de sufrir un accidente químico?
–Concretamente, las instalaciones alavesas con este elevado nivel de exigencia en seguridad están ubicadas en Llodio, Amurrio, Iruña Oka, Ribabellosa y Lantarón.
¿Qué protocolos hay establecidos para informar y actuar?
–En función de los materiales con los que se trabaja en cada instalación, en Álava tenemos los cuatro escenarios y la actuación de la población, como decía, depende de cada uno de ellos. En todo caso, el consejo inicial es confinarse en el interior de edificios lo antes posible y seguir en todo momento las indicaciones de las autoridades.
¿Están los vecinos informados para actuar? ¿Se implican los ayuntamientos en esa información?
–Nunca se está suficientemente informado en materia de seguridad. De todas maneras, no podemos abrumar a la gente con información, pero debemos ser constantes. Informar periódicamente, en cantidades pequeñas y sin detenerse. Lluvia fina, que solemos decir. Los ayuntamientos, en sus propios planes de protección civil municipales, deben tener integradas los escenarios de Seguridad KIMIKA y colaboramos con ellos en todo momento. A través de sus propios medios de información y en todos aquellos aspectos que nos demanden.
¿En qué consisten estos nuevos paneles de información a pie de calle y dónde se encuentran?
–En todas las zonas donde tenemos instaladas sirenas de aviso, hemos instalado además carteles informativos para explicar cómo suenan y qué debe hacerse si lo hicieran. Pueden encontrarse en Muskiz, Abanto, Hernani y Lantarón.
¿Todas las poblaciones cuentan con sirenas?
–No, únicamente en las poblaciones que citaba. Se trata del sistema más rápido y eficaz para avisar de un accidente con riesgo de nube tóxica. Solo es adecuado para ese tipo de riesgo.
¿Cómo se debe actuar si una persona se encuentra en el lugar menos apropiado?
–En las pautas de actuación que damos, un lugar inadecuado puede ser en medio de la calle. Si yendo por la calle oímos las sirenas, debemos entrar en algún sitio, una tienda, un bar, un portal... Cerrar, o pedir que cierren, y estar atentos a los avisos de las autoridades.
Problemas que ocasionan los incrédulos, pasotas o negacionistas.
–Tras muchos años de trabajar con ellos y ellas, yo suelo decir que la labor de técnicos y responsables de protección civil es de lo más ingrato. Trabajan sobre evidencias científicas, contrastadas en otros sucesos y, aún así, tienen que intentar convencer a determinadas personas de que les dejen salvarles la vida. La ciencia nos ha conducido a los niveles de esperanza de vida y bienestar social más altos de toda la historia de la humanidad. Debemos seguir creyendo en la ciencia y no exponernos a un riesgo por creernos más listo que nadie y provocar el tener que desviar recursos de una situación de emergencia a alguien que no ha querido tomar las medias de protección adecuadas.
¿Cuál es el compromiso de la industria química vasca por la seguridad?
–Las instalaciones incluidas en Seguridad KIMIKA están en el nivel más elevado de exigencia en seguridad de la Unión Europea, que es como decir el más elevado del mundo. Y el Gobierno Vasco es una autoridad especialmente exigente en aplicarla. AVEQ-KIMIKA, como asociación que agrupa a las empresas de Seguridad KIMIKA, responde a esa exigencia con todos los medios que tiene a su alcance para que, a partir de cumplir con la ley, sigamos avanzando y mejorando en la prevención y en estar preparados para responder en caso de emergencia.
"Si suenan las sirenas por un accidente químico, lo que hay que hacer de inmediato es confinarse en un espacio interior y cerrar todo"
"En Álava, las instalaciones con un elevado nivel de seguridad química están en Llodio, Amurrio, Iruña Oka, Ribabellosa y Lantarón"