A plumilla, pero de forma tan detallada que parecen las mismas fotografías de las que ha copiado la imagen. Así ha retratado el tudelano Alberto Sola más de 70 escudos del casco viejo de la capital ribera. Lo que comenzó como un entretenimiento dibujando el escudo de Tudela que descubrió en la fachada de la capilla de Santa Ana se transformó luego en una obsesión que tuvo su traducción en una exposición y ahora en una sección de la página web de la Uned de Tudela donde, con la ayuda del historiador Carlos Carrasco, describe cada uno de ellos, los ubica en la ciudad y explica su origen.
“El éxito de convocatoria de aquella exposición y el interés del público por profundizar en la historia de los blasones tudelanos minuciosamente detallados por este autor en tinta china, originaron la creación de esta página web”, explicó ayer el director de la Uned, Luis Fernández.
Detrás de estas obras, además de calidad artística, existe un gran trabajo histórico. Alberto Sola no ha plasmado únicamente lo que ve (algunos blasones muestran partes incompletas tal y como se ven en las fachadas), sino que detrás de su trabajo hay un ingente esfuerzo de recopilación histórica acerca del origen heráldico y devenir de aquellas familias propietarias de los edificios sobre los que todavía hoy se ven estos blasones.
El autor inició su particular colección tras dibujar el escudo que se ve en la catedral, tras éste llegó el que se sitúa en la ventana del Museo Diocesano de Tudela, y fue entonces cuando tomó la decisión de dibujar todos los blasones del casco histórico de la ciudad, cuyo número “resultó muy por encima del que había estimado inicialmente”, explicó Sola.
Según explicó en la presentación de esta web, “me gusta pasear por el casco viejo y ahora no sé que podré hacer. Probablemente dibujaré puertas mientras pueda. Me gusta la piedra, lo viejo, no lo antiguo que es otra cosa. Busco la belleza en lo viejo, lo roto. Dibujo mucha línea, ladrillo a ladrillo”.
La trayectoria artística de Alberto Sola comenzó en 1975, “tras regresar de la mili”. Ha realizado numerosas exposiciones y colaborado en diversos libros publicados (de Luis María Marín Royo, Emilio Majuelo y Esteban Orta, entre otros) siempre retratando calles o escenas del casco viejo. Además ha realizado también dibujos para placas de algunas calles y uno de sus dibujos se empleó como sello de la celebración del 1.200 aniversario del nacimiento de Tudela en 2002. La técnica que emplea es sus dibujos es a plumilla.
En la elaboración de esta colección y su divulgación han colaborado también Carlos Carrasco, Beatriz López, José María de la Osa, Maite Forcada, Blanca Aldanondo, Rosa Tobajas, Ladis Aranda, Santiago Riega y Álvaro Prieto.