Cultura

Tolosa, el pueblo de los malditos

El l Topic acoge una exposición que homenajea al donostiarra Alberto Saavedra, responsable durante muchos años de ‘vestir’ la Semana de Cine de Terror.
El Topic dedica una exposición al donostiarra Alberto Saavedra.

La Semana de Cine Fantástico y de Terror no solo conquista los teatros de la capital, sino que además ha convertido Tolosa en el terrorífico pueblo de los malditos... gracias a una exposición. El Centro y Museo de Interpretación del Títere, el Topic, inauguró el viernes una muestra dedicada a Alberto Saavedra, escultor donostiarra que desde los inicios del festival hace más de 30 años y durante un gran número de ediciones se encargó de decorar la fachada del Teatro Principal para los siete días más terroríficos del año. En la memoria de los ciudadanos queda aquellas figuras que esculpió en homenaje a los niños de cabellera rubio-platino de El pueblo de los malditos que contó con dos versiones cinematográficas, la original de 1960 dirigida por Wolf Rilla y el remake de 1995 a cargo de John Carpenter. Estos niños malditos no son las únicas figuras que exhibe el Topic, en un sentido homenaje a “la vida y a la trayectoria profesional” de un artista que "no fue suficientemente valorado”. En un intento de “ofrecerle el reconocimiento y el lugar que se merece”, el Centro del Títere, que tras la muerte de Saavedra en 2018 fue depositario de una veintena de sus figuras –llegaron al Topic de mano de las hermanas del artista y de Jon Urbieta, director de la casa de cultura de Loiola e íntimo amigo del artista–, ha organizado la muestra que permanecerá instalada hasta el 13 de noviembre.

Nacido en 1951, Saavedra se interesó desde joven por la escenografía y la creación de títeres. No en vano, entre las obras que pueden verse en Tolosa también se encuentran varias de las creaciones que el artista confeccionó para Txotxongillo Taldea y que han sido cedidas expresamente para la ocasión por Manolo Gómez y Enkarni Genua, “una de las titiriteras más grandes que tiene Euskal Herria” y que ha sido recientemente galardonada por Eusko Ikaskuntza con el premio Manuel Lekuona por su carrera.

Además de cuatro de los malditos, la muestra también incluye una figura gigante del dios egipcio Anubis –que fue el emblema de la Semana en 2010– una versión macabra de La última cena compuesta por trece piezas que representan esqueletos humanos, un fakir tragasables, así como la figura de un hombre en un ataúd.

En contraposición con las figuras más tétricas y más en la línea del trabajo que hizo con las marionetas, Saavedra también centró su práctica en el constumbrismo. Por ejemplo, el colegio mayor Olarain de Donostia esculpió en corcho blanco y recubrió de fibra de vidrio distintas escenas de la Belle Époque en la capital, inspiradas por lienzos de Ignacio Ugarte. A él se le debe, también, el Barandiaran de tamaño real que decora las cuevas de Sara en Iparralde.

En este sentido, en el Topic se pueden hallar una pareja compuesta por tamborrero y aguadora, así como la figura de un niño en pijama y la efigie denominada Berta, una mujer con sobrepeso.

La exposición en homenaje a este creador no se conforma única y exclusivamente por sus creaciones, sino que también incluye un apartado fotográfico que repasa su vida y su persona “más allá de representar su obra”. “Es un apartado que quiere mostrar a Alberto Saavedra, la persona; no el constructor o el figurinista”, explica el director museológico del Topic, Iñigo Aguinagalde, en una conversación con este periódico. Aguinagalde añade que el apartado fotográfico se completa con otras imágenes de sus obras, que no se exhiben ni pertenecen al fondo del centro. “Lo que hemos querido es homenajear a la figura de Alberto Saavedra, a su legado y la importancia que tuvo como escultor y creador vasco”, comenta.

Alberto Saavedra en su almacén de Martutene, en una entrevista que concedió a este periódico en 2010. Ainara Garcia

Cesión de las obras al Topic

La tipología de trabajos que hacía Saavedra, la mayoría desarrolladas con materiales humildes, pese a su tamaño entran en lo que puede entenderse por un guiñol: “Había un interés por la familia en que una parte pequeña de todo lo que hizo Alberto Saavedra durante toda su vida fuese parte de nuestra colección”.

El propio Museo del Títere también se mostró interesado en adquirir estas piezas. No en vano, tal y como explica Aguinagalde, la mayoría de los fondos con los que cuentan proceden del extranjero y siempre supone “un plus” tener materiales de artistas del país: “Como centro nos interesa incorporar a nuestra colección piezas de diferente tipología. Teniendo a disposición algunas de Alberto Saavedra, que ha sido uno de los más importantes creadores de este tipo de piezas en Gipuzkoa y en Euskal Herria no podíamos más que mostrarnos interesados”.

31/10/2022