Han sido seis temporadas en las filas de Bilbao Basket, y con 27 años le toca cambiar de aires. En su acto de despedida, arropado por compañeros, la presidenta y el director deportivo del club, Tomeu Rigo ha reconocido que hay etapas en la vida de todo jugador, y esta ya ha tocado a su fin. El capitán de los de negro se va con el orgullo de pertenecer al ránking de leyendas como su referencia, Javi Salgado, quien fuera su primer entrenador Álex Mumbrú, Axel Hervelle o Marko Banic, pero también con la espina de que podían haber sido muchos más que esos 102 partidos en los que ha participado.
53 en Liga ACB, 36 en LEB Oro, de donde subió recién llegado al Botxo procedente del Sevilla, y 13 en competiciones europeas. Este mallorquín ya ilustre para todos los estamentos en Miribilla, se ha tirado, có,o él mismo ha dicho, prácticamente la mitad de su estancia en la capital vizcaína en el dique seco debido a dos graves lesiones de ligamentos. Consciente de ello, y también de que no era un tipo cualquiera en el vestuario, la dirección deportiva consideró oportuno renovarle tanto en la temporada 2020-21 como en la 2022-23.
Caracterizado en pista por su labor sacrificada por lo eminentemente defensiva, pone fin a un ciclo convencido de haberlo dado todo dentro y fuera de ella, siempre echando una mano a aquel que la ha necesitado. Desconoce aún su próximo destino, pero el último capitán de Bilbao Basket pasa página volviendo a ser quien fue después de que las fatalidades se cebaran con él. Y lo hace con el ascenso y el triunfo en el Palau Blaugrana que supuso in extremis aquella participación copera como grandes recuerdos.
La rueda de prensa que esta mañana en el Bilbao Arena ha marcado el adiós de Tomeu Rigo ha sido un acto sencillo, a la par que emotivo, muy emotivo. Al punto de que a Isabel Iturbe se le ha llegado a escapar alguna lagrimilla. En él, el jugador ha comenzado diciendo que "ha sido un honor poder defender estos colores durante tantos años, ha habido momentos duros y lo hemos pasado bien también. Me acuerdo de la llamada de Álex y Rafa cuando estaba en LEB, para mí fue un impulso, y fue un año que mentalmente me ayudó a solidificar la ambición y saber lo que era el trabajo, ganarme los minutos en el día a día. Al estar años parado he tenido que trabajar el triple entrenando a oscuras casi. Ha sido un club que no es un club normal, es una familia, y estaré siempre agradecido. Gracias por invertir todo este tiempo en mí".
Ejemplo de superación de "uno de los nuestros"
Por su parte, Rafa Pueyo ha querido agradecer al balear "no solo su trabajo, su entrega y su esfuerzo, también el ejemplo de superación que ha sido para todos. De las dos lesiones que has tenido te has recuperado y has demostrado el tipo que eres. Aquí dejas muchos amigos y un club que siempre te va a acoger como uno de los nuestros".
Con respecto al momento deportivo que deja, Tomeu se marcha muy tranquilo. "Muy asentado en la Liga y jugando Europa. Los últimos seis años todo han sido éxitos, aunque con la pandemia sufrimos un poco. La afición", de la que dice sentirse muy querido, "nos da un plus, es el corazón de este equipo, y es un club sano, con ambición y con unas expectativas que irán hacia arriba".