El nuevo Alavés de Luis García ha disputado ya las primeras cuatro jornadas del campeonato doméstico y, aunque sea prematuro extraer conclusiones definitivas respecto a lo que le ha aportado el técnico madrileño al cuadro babazorro, sí que hay varias situaciones que han cambiado radicalmente respecto al Glorioso de la última temporada.
Además del carácter competitivo que ha impregnado el entrenador albiazul en sus pupilos, son varios los futbolistas cuya participación sobre el tapete ha dado un vuelco en apenas cuatro meses. Es el caso de Toni Moya, que pese a erigirse como una de las más gratas sorpresas del último curso, apenas ha asumido un papel trascendental en el estreno liguero.
Y es que el centrocampista extremeño no ha sido titular en ninguno de los cuatro partidos disputados hasta la fecha. Luis García da visos de tener muy clara su idea en la medular con Benavídez en el pivote, Salva Sevilla acompañando al uruguayo y, por último, un Guridi más adelantado que aporte llegada y el último pase en la vanguardia. Y en ese planteamiento que le dio sus frutos ante el Leganés –el único encuentro en el que los tres centrocampistas estuvieron disponibles al completo– Toni Moya asume una altísima competencia para apropiarse de su puesto.
Si tras la lesión de Benavídez, que se perdió el choque ante el Mirandés y el Ibiza, lo lógico era que Moya ocupase dicha demarcación, la realidad es que Luis García apostó por un centro del campo en el que él no fue de la partida. De hecho, fue Sedlar el encargado de reemplazar al ancla charrúa en los partidos ante el Mirandés y el Ibiza, en los que el Alavés dio un paso hacia atrás especialmente en la solidez del carril central.
El choque ante el Ibiza demostró que Sedlar puede ofrecer sus mejores prestaciones acompañando a Maras en la retaguardia y, por ello, Luis García volvió a reajustar su medular ante la visita de Las Palmas. Una escuadra dominadora del esférico y que apuesta por un juego mucho menos directo que el del Glorioso y a la que había que frenar en la zona de tres cuartos.
Y la apuesta fue Alex Balboa, quien superó a Toni Moya en la rotación del equipo. El canterano gasteiztarra durante su etapa en el filial ya demostró una abrumadora solvencia en el pivote y ante Las Palmas frenó en seco la creatividad de Moleiro, la principal amenaza de los canarios.
Sin embargo, Toni Moya tuvo que esperar cerca de una hora para volver a pisar el césped de Mendizorroza. Lo hizo tras sustituir a Salva Sevilla, el hombre de confianza del técnico babazorro y quien dirige el ritmo del cuadro babazorro en la sala de máquinas. Un futbolista que, pese a sus 38 años de edad, ha demostrado que la edad es solo un número ya que ha sido titular en los cuatro partidos ligueros. Así, queda claro que Luis García percibe a Toni Moya como un futbolista con mayor potencial en la demarcación de Salva Sevilla y ahora al extremeño tan solo le queda la opción de aguardar pacientemente su oportunidad de oro, en la que podrá demostrar que es una pieza clave en la sala de máquinas del Glorioso.