Tras la confirmación de Javi Calleja en el banquillo y las renovaciones automáticas de Ximo Navarro y Tomás Pina, la primera piedra del nuevo proyecto del Deportivo Alavés para la próxima temporada ya tiene nombre. Se trata de Toni Moya Vega, un centrocampista nacido hace 23 años (Badajoz, 20-3-1998) que se incorpora a la disciplina del Glorioso hasta junio de 2023 procedente del Atlético de Madrid B.
Su incorporación viene a cubrir, en principio, el hueco que habían dejado en el centro del campo albiazul las salidas de Manu García y Rodrigo Battaglia. Al hasta ahora capitán no se le trasladó oferta de renovación después de nueve temporadas defendiendo la elástica del Glorioso y el argentino debe regresar al Sporting de Portugal tras completar su período de cesión -aunque la secretaría técnica tratará de conseguir su regreso- y con la llegada de Moya se rejuvenece una demarcación que también cuenta con la experiencia de Tomás Pina.
Este fichaje cumple totalmente con los parámetros dibujados recientemente por Sergio Fernández, quien ya advirtió de que resultará prácticamente imposible para el Alavés acometer traspaso alguno y que deberá centrarse en conseguir refuerzos a través de cesiones o en el mercado de jugadores sin contrato en vigor.
Dentro de este último grupo se encontraba un Moya que s e ha curtido durante los últimos años en el filial del recién proclamado campeón de Liga. De hecho, ha sido un habitual de los entrenamientos del primer equipo a las órdenes del Cholo Simeone, si bien las oportunidades para contar con minutos en la máxima categoría han llegado con cuentagotas. De hecho, su experiencia en Primera División se limita únicamente a tres encuentros.
Solo en uno de ellos –frente al Celta en la 32ª jornada del ejercicio 2018-19– fue titular y disputó los noventa minutos mientras que en los otros dos (contra el Deportivo en la campeña 17-18 y ante el Granada en la 19-20) apenas tuvo tiempo de entrar en juego al entrar al césped a falta de tres y cuatro minutos para la conclusión de ambas contiendas respectivamente. Se da la curiosa circunstancia, además, de que en el duelo frente al Celta actuó como central en una defensa improvisada por las circunstancias junto al también canterano Montero.
En el filial del Atlético de Madrid coincidió con dos jugadores con los que se reencontrará en su nueva etapa en el Glorioso. Se trata en concreto de Tachi y el lateral derecho Carlos Isaac, que ha actuado este curso como cedido en el Albacete y en principio regresará a la disciplina albiazul para comenzar la pretemporada. De hecho, Moya heredó del central el brazalete de capitán de la escuadra rojiblanca. Y es que el carácter y la personalidad son otras dos de las características positivas que le adornan.