Son fechas para estar con la familia. Días de comidas y cenas junto a los seres queridos. Y, para algunos, estas navidades sirven también para competir en familia. Es el caso de lgnacio y Leire Lizarraga. El técnico de Regina Pacis ganó el Torneo Interescolar entrenando al equipo de su hijo mayor, Xabier, hace cuatro años. Ahora, le toca dirigir a su hija Leire mientras su tercera hija, Natalia, les anima con entusiasmo desde la grada.
“Mi padre es muy buen entrenador, estamos muy contentos con él en el equipo y el ambiente entre los compañeros es genial”, explica Leire Lizarraga, alumna de quinto de Primaria en Regina Pacis, colegio con el que disputa el Interescolar mixto. La centrocampista del Burladés se muestra muy ilusionada por jugar el torneo y confía en que su equipo pueda pasar de ronda. “Antes de empezar no nos veíamos con muchas opciones, pero creo que ahora podemos”, asegura.
Ese es también el deseo de Ignacio Lizarraga, que está viviendo un torneo especial junto a su hija. “Llevo ya unos nueve años entrenando a Regina Pacis y este año le toca jugar a ella. Lógicamente, que esté tu hija es muy motivante y estoy disfrutando mucho. No hay mayor ilusión que entrenar a tus hijos. Encima, es un colegio pequeño y nos conocemos todos. Venimos a Tajonar toda la familia y estamos muy contentos”.
Sin embargo, no es la primera vez que Ignacio Lizaraga entrena a un hijo en el Interescolar. “Hace cuatro años, ganamos el torneo cuando jugaba mi hijo mayor, Xabier. Este año ganar va a ser más difícil pero bueno, esta jornada hemos empatado y hemos competido muy bien”.
Xabier Lizarraga, extremo del Burladés de 13 años, rememora con alegría su victoria en el Interescolar. “Nuestro objetivo era pasar de grupos y ganar fue como un sueño, es que ni me lo creo. Fue lo mejor que me ha pasado en mi vida. Mi padre decía que el torneo era para divertirnos, y fuimos ganando partidos hasta la final. También fue muy emotivo porque un compañero se rompió el brazo el primer partido y se lo dedicamos a él”.
Al igual que su hermana, Xabier alaba la labor de su padre como entrenador. “Es muy bueno. Hubo partidos que los ganamos gracias a él. Por ejemplo, jugamos contra el mejor del torneo y puso a uno de nuestro equipo a marcarlo todo el partido y nos salió muy bien. Es un entrenador fantástico”, remarca.
Natalia, la tercera hermana y compañera de clase de Leire, les apoya con estusiasmo desde la grada. “A mí me gusta más la gimnasia que el fútbol, pero creo que mis hermanos juegan muy bien. Todavía me acuerdo de cuando ganó mi hermano. No se veía casi porque había mucha niebla y estaba muy nerviosa. Cuando metieron el primer gol, me puse muy contenta. Ahora, vengo con las amigas a animar a Leire y a mi padre, que chilla bastante en el banquillo, pero que es muy bueno”.