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Vida y estilo

Toser y estornudar: ¿cuáles son las diferencias?

Pese a que ambos puedan parecer iguales, son generados por diferentes procesos corporales
Una mujer tosiendo
Una mujer tosiendo

El cuerpo humano cuenta con diferentes procesos para defenderse. Dos de ellos son toser y estornudar, que aunque a simple vista puedan resultar muy similares, cada uno de ellos tiene sus propias características y funciones. Ambos son reflejos involuntarios que el cuerpo utiliza para protegerse y mantener las vías respiratorias libres de irritaciones, pero se originan en diferentes áreas del sistema respiratorio y tienen distintos desencadenantes.

Por ello, estas son las principales diferencias, tanto anatómicas como fisiológicas, entre toser y estornudar.

Diferencias anatómicas y fisiológicas

En primer lugar, toser es un reflejo que se produce cuando algo irrita la garganta, las vías respiratorias inferiores o los pulmones. Durante su proceso, se cierra durante un periodo de tiempo la glotis, que es la parte de la garganta que conecta las cuerdas vocales, y se acumula presión en los pulmones para después expulsar el aire de forma brusca. La velocidad a la que se expele el aire puede alcanzar los 80km/h. Esto ayuda a eliminar partículas, bacterias o fluidos atrapados en las vías respiratorias.

Después está estornudar, que ocurre en las vías respiratorias superiores, específicamente en la cavidad nasal. Este proceso se lleva a cabo cuando una irritación en la mucosa nasal, ya sea causada por polvo, polen, o incluso por luz brillante en algunas personas, activa los nervios encargados de generar este reflejo. Para estornudar, se cierra gran parte de la boca y se expulsa el aire por la nariz principalmente a cerca de 160km/h.

Causas y desencadenantes

Aunque ambos reflejos sirven para eliminar irritantes, las causas de toser y estornudar que los provocan son diferentes. 

Causas de la tos

  • Infecciones respiratorias como el resfriado común, la gripe, bronquitis o neumonía, que generan mucosidad o inflamación en las vías respiratorias.
  • Irritantes ambientales como el humo, el polvo o los productos químicos presentes en el aire.
  • Condiciones crónicas como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que también pueden causar tos recurrente.
  • Reacción a medicamentos: aquí se incluyen los inhibidores de la ECA (utilizados para la hipertensión), que pueden provocar tos como efecto secundario.

Causas del estornudo

  • Alergias: la rinitis alérgica es una de las principales causas de estornudos. Esta condición se desencadena por la exposición a alérgenos como el polen, el pelo de los animales, o el moho.
  • Infecciones virales: al igual que la tos, los virus del resfriado pueden irritar la mucosa nasal y provocar estornudos.
  • Luz intensa: algunas personas experimentan un reflejo conocido como estornudo fótico cuando miran una luz brillante, como el sol, lo que activa los nervios nasales.
  • Cambio de temperatura: el aire frío o el cambio repentino de temperatura puede inducir el estornudo.

Protección

Las principales funciones tanto de toser como de estornudar es proteger las vías respiratorias y eliminar la irritación. Pero para llevarlas lo hacer de forma diferente.

La tos protege las vías respiratorias más profundas, como los bronquios y los pulmones, ayudando a despejar cualquier bloqueo o irritación que pudiera frenar el paso del aire. Por ejemplo, una tos persistente podría ser un intento del cuerpo de expulsar mucosidad acumulada durante una infección pulmonar.

El estornudo, por su parte, protege principalmente la nariz y las cavidades nasales. Es un reflejo diseñado para eliminar partículas antes de que entren en las vías respiratorias más bajas. Así, actúa como una primera línea de defensa contra irritantes como el polvo o los alérgenos.

Control voluntario

Otro aspecto que diferencia a la tos del estornudo es el grado de control que las personas pueden ejercer sobre los mismo. La tos puede, hasta cierto punto, ser suprimida o inducida de manera voluntaria. Por ejemplo, una persona puede forzar una tos para aclarar la garganta o contenerla momentáneamente en situaciones donde no sería apropiada.

El estornudo, por el contrario, es mucho más difícil de controlar voluntariamente. Aunque es posible suprimir un estornudo manteniendo la nariz y la boca cerradas, esta acción no es recomendable, ya que puede generar presión interna y dañar ciertas zonas corporales como los tímpanos.

2024-09-28T09:18:50+02:00
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