Toyota Corolla: lo importante está en el interior

Como en otros muchos órdenes de la vida, con los automóviles lo primero que percibimos es su aspecto exterior, hasta el punto de que en muchas ocasiones acabamos concluyendo que la primera impresión es la que cuenta. Pero la experiencia nos ha enseñado, especialmente a los que ya tenemos una edad, que lo importante está en el interior, que el envoltorio puede ser muy bonito y seductor, pero que más allá de esa valoración inicial lo verdaderamente importante reside dentro.

En Toyota también son de esta opinión, de que a un exterior atractivo hay que secundarlo con un interior convincente y satisfactorio. Así que a la hora de renovar la actual generación de su exitoso modelo compacto Corolla Electric Hybrid han decidido potenciar sus mecánicas, al tiempo que han aprovechado la ocasión para actualizar otros apartados como el diseño, el equipamiento y los sistemas multimedia y de seguridad. Todo ello, según dice la marca japonesa, para ofrecer “una quinta generación del Toyota Electric Hybrid más eficiente que nunca, con mayor potencia y prestaciones y una mejor experiencia al volante”.

Disponible desde 24.200 euros en la carrocería de cinco puertas (4,370 metros de largura y 361 litros de maletero), desde 25.650 euros en la Sedán de tres volúmenes (4,630 metros y 471 litros) y desde 25.800 euros en el familiar Touring Sports (4,650 metros y 596 litros), Toyota sigue apostando fuerte por el Corolla, y con unas ventas que lo sitúan como un modelo líder en el segmento, lo que demuestra el acierto y la confianza de los compradores, tanto en la marca como en este vehículo en concreto.

El capítulo mecánico es el auténtico protagonista de los cambios de una nueva gama que llegará al mercado en febrero de 2023. Se mantiene la opción de elegir entre dos mecánicas de gasolina híbridas, de 1.8 y 2.0 litros, con importantes avances en el motor de combustión y el propulsor eléctrico, con más potencia, mejores prestaciones y agrado de uso y un nivel igual o inferior de emisiones de CO₂; junto a una nueva batería de ión-litio más ligera, pequeña y potente, lo que redunda en un descenso del peso global de hasta 18 kg. Con 140 CV el 1.8 rebaja el paso de 0 a 100 km/h en 1,7 segundos, para quedarse en 9,2 y 9,4 segundos, sitúa su velocidad máxima en 180 km/h y obtiene unos consumos medios de 4,5 y 4,6 litros, con emisiones medias de CO₂ de 101 a 103 gramos por kilómetro; mientras el 2.0 de 196 CV se pone a 100 km/h desde cero en 7,5 y 7,7 segundos, alcanza los 196 km/h, demanda entre 5,1 y 5,3 litros a los 100 km y emite de 116 a 119 gramos de CO₂ por kilómetro. Asimismo, también se han adoptado medidas para que la aceleración resulte más natural y agradable para el conductor, con mayor conexión entre acelerador y la respuesta mecánica y superior sintonía con las revoluciones del motor.

Junto a los avances en el capítulo mecánico, Toyota ha aprovechado la ocasión para mejorar apartados como la conectividad, con nuevas funciones que se pueden actualizar de forma inalámbrica, una pantalla mayor (10,5 pulgadas) y acceso gratuito durante cuatro años a Toyota Smart Connect y Connect+; además de un nuevo mando por voz y de los servicios remotos de la aplicación MyT de Toyota que permiten, por ejemplo, bloquear o desbloquear las puertas, controlar la climatización antes de un viaje o activar las luces de emergencia para localizar el vehículo.

Cabe destacar asimismo el nuevo cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas personalizable según cuatro modos distintos (casual, smart, sport y tough), los sistemas de asistencia a la conducción actualizables a distancia, aspectos de diseño como los elementos cromados exteriores, las llantas de 18 pulgadas, tres nuevos colores de carrocería, los nuevos faros y parrilla delanteros, así como detalles de terminación más cuidados en el interior o la suspensión adaptativa variable para los más dinámicos al volante. En definitiva, un buen trabajo de puesta al día, por dentro y por fuera.