¿Cómo ha visto el proceso para llegar a esta Comisión?
Hay una parte inicial, procedimental, digamos, que creo que es buena en lo que tiene que ver con lo que se hace con transparencia. Un proceso en el que tienen que hacer una declaración de intereses e incompatibilidades, se les envían preguntas escritas, tienen que responderlas, y finalmente se someten a la audiencia pública en el Parlamento. Esa es la parte del trabajo que yo creo que se debería poner en valor. Pero luego está clarísimo que todo el proceso se ha visto muy enturbiado por ese incendio que generó el Partido Popular español, que inicialmente fue apoyado por el Partido Popular europeo, que lo que ha hecho es poner en riesgo y deslegitimar el procedimiento y que ha hecho que pierda valor lo realizado.
¿Cómo se ha percibido en Bruselas y Estrasburgo esa forma de actuar del PP español?
Se ha sentido como un aprovechamiento partidista en el que el Partido Popular español ha puesto por encima los intereses partidistas frente a los intereses europeos. Pero finalmente lo que se ha visto es que se han quedado solos y en esa votación del miércoles veíamos cuestiones tan curiosas como que coincidieron en el voto en contra el PP español, Bildu y la extrema derecha.
Al final, entre los comisarios hay dos que venían propuestos por Meloni y Orban, es decir, la extrema derecha. ¿Era inevitable?
Hay que conocer los mecanismos de elección. Ocurre que cada estado tiene derecho a presentar a un candidato porque los tratados así se lo reconocen. Cuestionable es que Von der Leyen le asignara una vicepresidencia al candidato de Meloni. Eso sí, lo que hemos hecho como PNV y como grupo Renew Europe es conseguir que se rebajen las competencias de esos dos comisarios para que no tengan responsabilidades en materias esenciales de Derechos Humanos.
En todo caso, se ha evidenciado que, como se temía, la extrema derecha se siente fuerte y con capacidad de influir.
“ El PP español ha querido deslegitimar y ha conseguido enturbiar el proceso de elección de la nueva Comisión ”
Tenemos un reto en ese sentido. Estamos viendo, efectivamente, cómo se ve envalentonada, y yo creo que todavía más con la victoria de Donald Trump porque se lo va a poner más fácil para construir esos discursos fáciles frente a desafíos que son realmente complejos y que a veces calan mucho más de lo que nos gustaría en la sociedad. Y por eso, hay que ponérselo difícil. Además de hablar de cordones sanitarios, de líneas rojas, hay que analizar y dar un pasito más allá.
Se habla de la extrema derecha, pero no es el único populismo presente en la eurocámara.
Yo creo que hay que hablar de los movimientos extremos, de izquierda y de derecha y de discursos populistas. Y en ambos casos, como he dicho antes, estamos viendo votaciones en las que la extrema izquierda y la extrema derecha han votado conjuntamente.
¿En esta Unión Europea, tal y como está evolucionando, hay lugar para las aspiraciones de las naciones sin estado como la nuestra?
Tienen que caber y es en lo que estamos trabajando por defender esa Europa de los pueblos que reconoce la diversidad y, por lo tanto, lo que estamos haciendo es, en cuanto vemos que puede existir un mínimo riesgo en el que las naciones sin estado o las regiones podemos perder posiciones, levantar la voz y trabajar para evitarlo. Ejemplo de ello es la carta de distintas regiones ante la centralización o el posible riesgo de centralización de fondos europeos. Y, bueno, yo creo que el propio lehendakari, cuando ha estado en Bruselas hace uno días, ha estado defendiendo claramente la posición del reconocimiento de Euskadi y de proyectos estratégicos para que tengamos nuestro espacio.
Dentro de ese espacio está la lengua. ¿Veremos pronto la oficialidad del euskera en las instituciones europeas?
“ Hemos trabajado para que los comisarios de la extrema derecha no tengan competencias sobre Derechos Humanos esenciales ”
Ahí chocamos con los tratados. A día de hoy se requiere una unanimidad por parte de todos los Estados miembros a la hora de tomar decisionesy eso es una dificultad, sin duda, para ello. Eso no quita para que sigamos trabajando y defendiéndolo, marcando hitos intermedios en la hoja de ruta, como que se pueda intervenir en euskera en el Parlamento, igual que se hace en el Comité de las Regiones. El otro día la vicelehendakari Ibone Bengoetxea tuvo una intervención íntergra en euskera en ese foro. Por ahí debemos seguir. Yo creo que ahí es importante el trabajo que tenemos que hacer en Euskadi, el trabajo que tenemos que hacer en Madrid y el trabajo que tenemos que hacer en Bruselas para que salga adelante nuestra reivindicación.
¿Ayudan en esto las autoridades españolas?
En los últimos tiempos estamos viendo una voluntad de avanzar o, al menos, marcar un posicionamiento con respecto a la oficialidad o al mayor uso de las lenguas cooficiales, de la euskera, del catalán y del gallego. Yo creo que es muy importante que trabajemos conjuntamente, como estamos haciendo también en este caso con partidos catalanes.
Vayamos con uno de sus caballos de batalla: las descentralización de los fondos europeos, empezando por los Next Generation.
Hemos sido muy críticos y críticas desde el inicio con la propia gestión de los fondos Next Generation, por ejemplo, porque hemos visto cómo la financiación no llegaba a empresas y pymes cuando los fondos eran canalizados de forma centralizada desde los ministerios, porque las convocatorias se definían con distintos criterios, porque se definían sin tener conocimiento del terreno. Y los datos, además, así lo han evidenciado con respecto a los propios informes que se han publicado desde Europa en cuanto a la ejecución de los fondos y porque Euskadi tiene proyectos ejemplares cuando ha gestionado fondos FEDER, fondos de cohesión, incluso esa pequeña parte que nos han dejado de los Next Generation.
El impulso de la macrorregión atlántica, por la que tanto luchó el lehendakari Urkullu y por la que también apuesta el lehendakari Pradales también la va a tener muy ocupada.
“ Seguiremos luchando para que el euskera se pueda utilizar en las instituciones europeas, empezando por el Parlamento ”
Tiene su hoja de ruta exactamente igual que la oficialidad de la Euskera. Por eso es muy importante ese trabajo que hay que hacer. En este caso, la macrorregión atlántica supone trabajar de la mano con regiones que van desde Portugal, que pasan por toda la cornisa atlántica y francesa. Por lo tanto, yo creo que el lehendakari Pradales, cuando lo ha puesto en su hoja de ruta, cuando el otro día lo ha hablado con Pedro Sánchez, cuando lo ha defendido en Bruselas, es porque se están dando pasos en esa necesaria hoja de ruta para la constitución y la aprobación de esa macrorregión atlántica que nos permitiría tener voz propia en mesas en las que se toman decisiones estratégicas.
¿Qué supondría para Euskadi que se concretase la macrorregión?
Lo que va a suponer es que desarrollemos proyectos que nos posibiliten tener una Euskadi más fuerte porque vamos a poder generar oportunidades de empleo de calidad en sectores que son estratégicos, como el energético, por ejemplo, con ese proyecto del corredor verde del hidrógeno o porque vamos a poder reforzar los puertos de la cornisa atlántica, entre ellos, los puertos que tenemos en Euskadi o enIparralde, para que las mercancías, cuando se desplazan a lo largo del mundo, puedan pasar por nuestros puertos. Porque eso lo que nos posibilita es defender los derechos sociales y garantizar el bienestar.
Otra aspiración es que Euskadi tenga mayor presencia en los organismos de decisión en materia económica, como el Ecofin. Algo se va consiguiendo.
Siempre hay que tener más presencia. Yo creo que Euskadi, si por algo se ha caracterizado, es por ser un país que tiene ambición por estar en aquellos espacios en los que se toman las decisiones. En Europa, a día de hoy, existen reconocidos 27 más cuatro regímenes fiscales y, por lo tanto, tenemos unas características identitarias que tenemos que defender y protegernos. No queremos estar porque sí; queremos estar porque entendemos que nos afectan a nuestras competencias, que afecta a nuestra autonomía y que afecta a la posibilidad de gestionar nuestros ingresos y nuestros gastos.
Ha mencionado el reconocimiento de nuestros modelos fiscales. Todavía hay quien sostiene que están fuera de los parámetros europeos...
Quien diga que los modelos fiscales de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa están fuera del modelo de fiscalidad europea es que desconoce que en Europa tenemos reconocidos, como decía, esos 27 más cuatro regímenes. Por supuesto, el PNV, y creo que prácticamente todas las fuerzas vascas, hemos sido proeuropeos y nos sentimos parte del proyecto europeo. Por eso nos hemos ganado una legitimidad y un reconocimiento, en este caso, de nuestro modelo, siempre con ambición de querer tener más. Yo creo que el otro día, cuando la presidenta del Parlamento, Roberta Metzola, recibió al lehendakari y le mostró su buena disposición respecto a nuestros proyectos y a nuestra presencia en el ámbito internacional, se demostró que no se debería cuestionar el reconocimiento europeo a Euskadi y a su potencial.