El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha anunciado este lunes que la mesa tripartita de diálogo social para la reducción de jornada se reunirá, a partir de ahora, con carácter semanal para dar a esta negociación "velocidad de crucero" después de que las conversaciones a dos bandas, entre sindicatos y empresarios, no hayan logrado un acuerdo.
En declaraciones a la prensa tras reunirse con CCOO, UGT, CEOE y Cepyme, Pérez Rey ha afirmado que los agentes sociales le han trasladado que las negociaciones entre ellos no han producido avances "significativos" y no tienen más recorrido, por lo que el marco de negociación ahora será el ámbito tripartito, es decir, con el Gobierno.
Con la intención de acelerar esta negociación y cerrar un texto antes de las vacaciones, Trabajo remitirá a sindicatos y empresarios un texto, que ya tiene elaborado "desde hace tiempo" pero que no ha trasladado todavía a los agentes sociales "por respeto a las negociaciones bipartitas", según ha explicado Pérez Rey.
Dicho texto será remitido a sindicatos y empresarios esta semana y se celebrará una nueva reunión el próximo lunes, a las 12.00 horas, para conocer sus impresiones sobre el mismo. "No hemos trasladado todavía un texto para respetar la negociación bipartita, no queríamos influir, pero como ya no da más frutos, vamos a incorporar un texto a la negociación", ha dicho el secretario de Estado.
Pérez Rey no ha querido poner plazos para el cierre de esta negociación, aunque ha insistido en que la idea es llevar a cabo esta medida "cuanto antes, a base de todas las reuniones que sean necesarias, y con la esperanza de que pueda estar cerrado antes de las vacaciones".
"No voy a poner un plazo a la mesa de diálogo social precisamente porque lo oportuno para alcanzar un acuerdo es no someter a nadie al talón de Aquiles del tiempo. Lo que sí digo es que el Gobierno y el Ministerio de Trabajo y Economía Social tiene un interés superlativo en cerrar esto cuanto antes", ha enfatizado.
Pérez Rey ha explicado que "los mimbres" para lograr un acuerdo con los agentes sociales para luego trasladarlo al Parlamento pasan por reducir la jornada laboral semanal a 37,5 horas semanales en 2025, con un paso previo en 2024 de 38,5 horas que incluya la mejora "sustancial" del registro horario a través de su "digitalización completa", accesible para la Inspección de Trabajo.
"Queremos que se controle el tiempo de trabajo y que se controle adecuadamente, que no haya jornadas excesivas, y que, por tanto, esta reducción sea una reducción operativa", ha subrayado Pérez Rey, que ha añadido que "la competencia desleal entre empresas en materia de tiempo de trabajo es algo a desterrar para siempre".
El secretario de Estado ha asegurado que el Gobierno español va a hacer "todo lo posible" para que el acuerdo de reducción de jornada incluya a sindicatos y empresarios, pero ha dejado claro que esta medida se llevará a cabo aunque no cuente con el concurso de todos los agentes sociales.
"Naturalmente, si no fuera posible (el acuerdo), bajo ningún concepto, renunciamos a lo que es la esencia, a uno de los elementos característicos de este Gobierno de coalición, que debe pasar, entre otras cosas, a la historia de las relaciones laborales por haber propiciado la primera reducción de la jornada legal de trabajo desde hace 40 años", ha subrayado.
Para el secretario de Estado, el hecho de que no haya habido resultados en la mesa de negociación bipartita "no es algo necesariamente negativo", pues gracias a ella "se ha recorrido mucho terreno".
"Ahora precisamente nuestro reto es recuperar ese trabajo que les agradezco a los agentes sociales, y sobre el mismo intentar construir un gran acuerdo de diálogo social que permita a las personas trabajadoras de este país ganar en bienestar y que permita a las empresas ganar en productividad, abandonando de una vez por siempre jornadas intensivas y horas extras impagadas", ha remarcado.
TRABAJO DESCARTA INTERCAMBIAR JORNADA ORDINARIA POR EXTRAORDINARIA
Pérez Rey no ha querido entrar en qué ha motivado la falta de acuerdo bipartito, pero ha dejado entrever que uno de los elementos de mayor dificultad es si la reducción de jornada debe ir acompañada o no de algún tipo de compensación en el ámbito de la distribución irregular de la misma o en el uso de las horas extra.
"Las horas extraordinarias en España constituyen lejos de un remedio, una lacra. Hay un abuso constante de este tipo de trabajo extraordinario, muchas veces. No vemos con especiales buenos ojos el intercambio de reducción de trabajo ordinario a cambio de jornadas extraordinarias realizadas voluntariamente por los trabajadores, entre otras cosas porque mantenemos cierto grado de desconfianza a esa voluntariedad de los trabajadores cuando hacen horas extra", ha señalado.
Aunque cree que es un punto que no estará fuera de la mesa de negociación, ha asegurado que el Gobierno "descarta desde el inicio y descarta tajantemente" intercambiar jornada ordinaria por jornada extraordinaria. "Ese intercambio para nosotros es imposible y no lo incorporaremos a la mesa", ha advertido.
LOS SINDICATOS MARCAN COMO "LÍNEA ROJA" EL AUMENTO DE 'HORAS EXTRA'
Por su parte, la secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, ha afirmado que no se ha conseguido alcanzar un acuerdo con la patronal en las mesas bipartitas, ni si quiera "cerrar acuerdos parciales", debido a un elemento de fricción: las horas extraordinarias.
Así, ha detallado que el sindicato no contempla ampliar las horas extraordinarias ni que la reducción de la jornada laboral se traduzca en un traslado de las horas que se han reducido a una mayor carga en las horas extras.
"Que esa reducción que puede haber de la jornada se sustituya por horas extraordinarias para nosotros eso es una línea roja que no podemos aceptar", ha subrayado.
Esta misma postura ha sido defendida por el vicesecretario general política sindical de UGT, Fernando Luján, quién también ha indicado que establecer un registro horario fiable que recoja las horas reales de cada trabajador es una "línea roja" que se debe cumplir en el marco de esta negociación.
"Para nosotros no es tolerable que haya más de 6 millones de horas extraordinarias que ni se registran ni se abonan ni se cotizan", ha asegurado, por lo que también ha instado al Gobierno a abordar la demanda de UGT sobre el bajo coste de las horas 'extra' en España, sobre la que el Comité Europeo de Derechos Sociales ya se ha pronunciado y que el Gobierno deberá contestar antes del 17 de julio.
"Será una magnífica oportunidad, esta negociación, de que el Gobierno diga que efectivamente teníamos razón, de que recoja el registro real, incorpore las nuevas tecnologías al registro y se abonen con un 25% más [las horas extra]", ha añadido.
LOS SINDICATOS VEN "COMPLICADO" UN TEXTO ANTES DE VACACIONES
Preguntados por si ven posible alcanzar un texto que vaya a tramitación al Congreso antes de julio, desde CCOO y UGT afirman que lo ven "complicado".
Así, Luján ha instado a la patronal a que se pronuncie y diga si está a favor de reducir el tiempo de trabajo y qué necesidades tiene para que esto se haga de la mejor manera posible.
Adicionalmente, ha asegurado que en esta negociación también se tiene que abordar el reto de la productividad. "En Dinamarca, la jornada real de trabajo está en 1.400 horas. En México, por encima de 2.400 horas. No hace falta que os diga cuál es el país más productivo (...). Yo quiero que nuestro país se parezca a Dinamarca", ha añadido.
Por su parte, Vicente ha afirmado que otros elementos importantes a abordar en la mesa son el despido y el trabajo a tiempo parcial.