El curso escolar no empieza de la mejor manera posible en el transporte escolar de Euskadi. Ante el importante número de líneas cuya licitación para este curso había quedado desierta, el Departamento vasco de Educación decidía publicar una orden que obligaba a las empresas que operaron dichas líneas el curso pasado a prestar el servicio también en el curso 2023-2024. Algunas asociaciones del sector han decidido responder recurriendo esa orden de ejecución forzosa por considerar que "no se ajusta a Derecho".
En Onda Vasca con Txema Gutiérrez hemos abordado este asunto con Juan Manuel Sierra, director de Relaciones Institucionales de DIREBUS, una de las asociaciones del sector. Se da la circunstancia de que hay una gran disparidad de licitaciones según el territorio (en Bizkaia no se ha cubierto ninguna ruta, en Álava el 5% y en Gipuzkoa, por el contrario, están cubiertas el 98%). La explicación, según Sierra, estaría en que las licitaciones salen a concurso de manera individualizada.
Una cuestión que ha generado fricciones es la revelación, por parte del consejero de Educación Jokin Bildarratz, de que se habían detectado prácticas "sospechosas" y probablemente "ilícitas" entre algunas de estas empresas para no presentarse a los concursos con el fin de obtener beneficios económicos. Sierra lo desmiente tajantemente y argumenta que, si los concursos han quedado desiertos, es porque las empresas no cubrían costes con las condiciones recogidas en los pliegos: "Con el incesante crecimiento de costes, unido a la falta de mano de obra y de vehículos para realizar los servicios, cada operador hace una radiografía de su propia empresa y pueden ver que no les alcanza para cubrir costes. En ese caso, o bien me quedo en casa o bien dirijo la flota hacia otras actividades".