Las aguas bajan revueltas en la margen derecha del río Granada de Trapagaran, más concretamente en el entorno del arroyo que le nutría desde la zona de La Escontrilla en las cercanías de la estación del funicular de Larreineta, y amenazan con un impredecible desbordamiento social. La agitación vecinal, que se expresará hoy jueves a partir de las 19.00 horas con una manifestación que partirá desde el Consistorio trapagarandarra hacia la casa expoliada a finales de junio, tiene su origen en la okupación de la vivienda número 32 de la calle Funicular en las que residía desde 1956 el octogenario Jesús Sánchez, ausente de su domicilio habitual desde marzo de 2020 por motivos de salud y que ahora se vería en la calle si no estuviera al cuidado de su hija Inma en su domicilio de Sopela.
Un flagrante atropello que ha enardecido a los vecinos de Trapagaran que han anunciado en las redes sociales su intención de sumarse a esta manifestación que pretende exigir el inmediato abandono de la casa por parte de los usurpadores quienes llegaron a presentar a la Policía Municipal un contrato de alquiler falso. "La Policía Local les pidió el contrato y han podido comprobar que el mismo es falso en todos sus extremos", señalaba un familiar de Jesús Sánchez, quien adelantó que el tema ya está en manos de un abogado "que va a solicitar la ejecución vía civil del lanzamiento de la vivienda al no tener acreditado su derecho como inquilinos".
"Esto es un sin sentido que esperamos que se pueda resolver en breve para tranquilidad sobre todo de mi tío que además de su convalecencia después de una operación de rodilla agravada con otras dolencias físicas, se ha visto alterado con este atropello residencial", indican sus familiares. "¿Qué he hecho yo para merecer esto?", llegaba a plantear su hija Inma poniendo voz a su progenitor.
Fuentes del Ayuntamiento de Trapagaran ya anunciaron su intención de mediar en este conflicto que ha soliviantado los ánimos vecinales ante la situación generada a esta familia de Trapagaran muy conocida pues regentaron un bar en las cercanías de la estación del funicular de La Escontrilla. "Agradecemos el apoyo que nos está mostrando la gente pero nos gustaría hacer un llamamiento para que la protesta por la okupación se haga de manera pacífica y sin olvidar las medidas de protección sanitarias", apuntaron.