La Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han detenido a 13 personas y han rescatado a más de 400 animales en una operación conjunta y coordinada contra una red delictiva internacional de comercio ilegal de mascotas.
Así lo han explicado este miércoles en una rueda de prensa desde la comisaría de Les Corts de Barcelona responsables de los cuatro cuerpos policiales en el primer operativo conjunto que han desarrollado en esta materia, tras el que han dado prácticamente por desarticulada esta organización criminal.
En la rueda de prensa, han intervenido el jefe del Área Central de Medio Ambiente de los Mossos, Víctor Cosialls; el jefe de la Unidad de Investigación de la Guardia Urbana de Barcelona, Juan Guzmán; el jefe de la Comisaría General de Policía Judicial del CNP, sección Consumo, Medio Ambiente y Dopaje, Juanjo Castro; y el jefe de la Unidad de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Barcelona de la Guardia Civil, Luis Humberto Quiroga.
El operativo, uno de los principales desarrollados a nivel nacional contra el maltrato animal, ha permitido neutralizar la continuidad de una red de comercio ilegal que conectaba Madrid, Barcelona, Andorra y países del Este de Europa -principalmente Eslovaquia, Hungría y Bulgaria-, origen de algunos animales.
Los animales procedían de criaderos ilegales de Europa del Este, aunque había también algunos en el Estado español, y se transportaban habitualmente por carretera en condiciones insalubres y precarias, con recorridos que en algunos casos podían superar los 2.000 kilómetros, para luego distribuirlos especialmente en Catalunya, Madrid y Andorra, donde se comercializaban con apariencia de legalidad.
La operación, que culminó el pasado 20 de septiembre con la práctica de doce registros, ha contado con la participación de 180 agentes de los cuatro cuerpos y una docena de veterinarios, y se han rescatado 370 perros y 51 gatos.
La investigación comenzó a finales de 2020 a raíz de varias denuncias realizadas en la Oficina de Protección de Animales del Ayuntamiento de Barcelona por presuntas irregularidades relacionadas con las condiciones de salud de los animales que se vendían en un establecimiento ubicado en el centro de la ciudad.
"Tenía muchas quejas (el establecimiento) y durante el transcurso (de la intervención) se detectaron anomalías graves, infracciones, como la presencia de animales muertos y deficiencias en la confección del libro de registro de entrada y salida de animales, y también en la cartillas sanitarias", ha detallado Guzmán.
Por su parte, la Guardia Civil ya había hecho varias intervenciones y controles a transportes de animales relacionados con esta red criminal, mientras que la Policía Nacional estaba llevando a cabo una investigación relacionada directamente con los hechos investigados en Barcelona.
A partir de ahí, los cuatro cuerpos crearon un equipo conjunto liderado por el Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona y la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente, que pudo determinar que las actuaciones ilícitas se llevaban a cabo en establecimientos en el Estado español (Madrid y Catalunya), Andorra, y también en Dubai, donde había una tienda involucrada.
Los agentes pudieron constatar anomalías en el transporte de estos animales, en el trato que se les proporcionaba en destino y en su comercialización; y detectaron la presunta comisión, por parte de los supuestos autores, de los delitos de maltrato animal, usurpación de funciones, falsedad documental y estafa.
Durante la rueda de prensa, Cosialls ha relatado que el transporte de los animales intervenidos "se realizaba principalmente por carretera, en vehículos a menudo no homologados, en espacios reducidos y unas condiciones de manejo precarias".
Las deficientes condiciones, tanto en el transporte como en el manejo de los cachorros, propiciaban el desarrollo de enfermedades infectocontagiosas en algunas de las mascotas, lo que provocaba contagios de estas hacia el resto de animales transportados.
Además, existía, de forma integrada en la organización criminal, una veterinaria que facilitaba sus conocimientos y su firma para dar una imagen de fiabilidad suficiente con la que poder garantizar que los animales se vendían en buenas condiciones.
Las clínicas que estaban bajo el control de los investigados, con la intencionalidad de engañar a los clientes y a las administraciones públicas, cometían de forma habitual y continuada infracciones relacionadas con la gestión de la documentación asociada a los animales.
"Llegaron a engañar a los potenciales clientes, dándoles incluso una cartilla falsificada", ha añadido Castro, quien ha subrayado en su intervención la buena coordinación entre los cuatro cuerpos policiales implicados.
Por su parte, Quiroga ha destacado que se trataba de una "auténtica organización criminal" que "se ha llegado a desarticular prácticamente de forma completa".
Además, ha añadido que uno de los trece detenidos ha entrado en prisión provisional y que del total de arrestados algunos no tenían antecedentes, mientras que en otros casos constaban delitos semejantes, como maltrato animal, estafa o falsedad documental.
Los agentes también han destacado el papel fundamental en el operativo de distintas asociaciones y entidades protectoras de animales, incluidas las contratadas por los diferentes ayuntamientos donde se han realizado las intervenciones.