Polideportivo

Tremendismo Brennan

El inglés resiste y vence en una llegada agónica en Sant Feliu de Guíxols para hacerse con el liderato de la Volta en una etapa durísima bajo la tempestad
Brennan festeja la victoria por delante de Groves y Del Grosso.
Brennan festeja la victoria por delante de Groves y Del Grosso. / Volta a Catalunya

La tempestad, la lluvia cayendo a plomo, indiscriminada, munición desquiciante, secuestró el día, de perros en el amanecer de la Volta, entre gris oscuro y negro. Agua que supuraba el asfalto, lluvia que penetraba en la piel, que picoteaba los cascos, que provocaba el miedo, reflejado en la brea.

Chirriaban los frenos de disco, gritones cada vez que se presionaban en una caravana de silencios por el desánimo que provoca la lluvia, atravesada la melancolía.

Una letanía de rostros enlutados y tensión camino de Sant Feliu de Guíxols. Jinetes bajo la tormenta. Como Nicolás Alustiza, que mostró el maillot naranja del Euskaltel-Euskadi en la fuga a ninguna parte. La supervivencia era el refugio de una jornada en el corazón del temporal.

La Costa Brava era una ensoñación, una postal desmemoriada, un deseo. El anhelo de algo que fue pero no sería. Las vistas que pudieron ser maravillosas eran incertidumbre y riesgo de caídas en cuerpos trémulos y extremidades enfriadas.

“Ha sido un día muy, muy duro. He menospreciado la etapa y con el día que ha hecho, la verdad es que estoy muy contento de haberlo salvado”, resumió Mikel Landa, octavo en meta, que busca el podio de la Volta tras la segunda plaza del pasado curso. Resopló el de Murgia en Sant Feliu de Guíxols, donde Matthew Brennan gestionó de maravilla una llegada agónica, picuda, en la reserva.

Emparedado entre dos rivales colegas entre sí, Tibor Del Grosso, que le precedía unos metros, y Kaden Groves, clavado a su rueda, el británico fue capaz de salir de la trampa para remontar y vestirse de líder en un final tremendo, un thriller.

Volta a Catalunya

Primera etapa

1. Matthew Brennan (Visma) 4h25:17

2. Kaden Groves (Alpencin) m.t.

3. Tibor Del Grosso (Alpecin) m.t.

8. Mikel Landa (Soudal) m.t.

General

1. Matthew Brennan (Visma) 4h25:07

2. Kaden Groves (Alpencin) a 4’’.

3. Tibor Del Grosso (Alpecin) a 6’’

4. Enric Mas (Movistar) a 7’’

5. Primoz Roglic (Red Bull) a 9’’

10. Mikel Landa (Soudal) a 10’’

Del Grosso obtuvo una buena distancia en el descenso que desembocaba en Sant Feliu de Guíxols, pero no dejaba de mirar por el retrovisor porque Groves, el velocista del equipo era una carta ganadora.

Brennan, valiente, desprejuiciado, no se arrugó. Otros tal vez hubiesen dimitido por arrastrar con él a Groves, que parecía el verdugo que acompañaba al reo hasta el cadalso.

Eso no asustó a Brennan que dio la vuelta al argumento. En el peor de los casos pelearía por la victoria aunque sobre el papel Groves era más veloz y no tenía la certeza de poder tocar el hombro de Del Grosso.

El empeño de Brennan

Continuó explorando sus opciones para encontrar una grieta en la que hacer palanca y enfatizar su apuesta. Su visión optimista le catapultó después, cuando encaró la subida y fue comiendo metros al neerlandés, con la fatiga a cuestas, las piernas de madera.

En ese momento, no llovía y creció el ímpetu del jovencísimo Brennan. Groves le rastreaba, con la guillotina afilada. Compacto, musculoso, el inglés no perdió el foco aunque la situación no era favorable para él. Su virtud fue perseverar cuando el neerlandés parecía seguro en brazos de la victoria.

No se abandonó Brennan, procedente de la escuela de ciclismo del padre de Tom Pidcock, para contar un triunfo que destaca las cualidades de un ciclista dispuesto para el combate contra la estadística, la lógica y el sentido común.

Brennan, por eso de la juventud, apenas 19 años, de estreno en el WorldTour derribó esos muros de contención para someter a Del Grosso, que se desplomó, vacío los adentros, sin fuerza ni aliento, en los últimos metros. Groves tampoco pudo remontar ante Brennan. Resistir era vencer.

Geraint Thomas, campeón del Tour de 2018 y que se retirará al final del curso, caminó a su ritmo. Desconectó bajo la lluvia cuando los costaleros de Roglic elevaron el tono. Su mente de excelso competidor no está en la pelea que implicaba estar delante en la carretera que festoneaba en un sube y baja la costa.

Pelea por las bonificaciones

Enric Mas y Roglic, con otro enfoque, habían peleado por los beneficios de un esprint bonificado. El mallorquín rasco tres segundos. El esloveno, uno. Anunciaron su ambición. La velocidad y el mal tiempo fue diezmando el grupo, siempre apurado en un terreno incómodo, hostil, exigente, malencarado y zigzagueante. Cuentas de un rosario que se desprendían a jirones y que descubrió al irreductible inglés. Tremendismo Brennan.

2025-03-25T17:07:23+01:00
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