Aunque se vean en las estanterías de los supermercados y fruterías durante todo el año, el melón, como la sandía, es estacional en nuestra memoria: el verano y esta fruta van juntos sí o sí. Muchas comidas, meriendas en el campo o en la piscina o, en la casa de cada cual resultaban más llevaderas clavando los dientes en la pulpa dulce y chupando su jugo.
Tuvo su momento de sofisticación hace un par de décadas cuando se puso de moda combinarlo con una locha de jamón. Aunque ya no se ve tanto este plato sí daba indicios de que sus posibilidades iban más allá. Por eso traemos hoy tres recetas para disfrutar de esta cucurbitácea más allá de cortar una raja y morderla.
Propiedades y precauciones
Pero antes puede ser provechoso conocer cuales son las bondades nutricionales del melón. La Fundación Española de Nutrición (FEN) informa que además de su alto contenido de agua, un 95%, su contenido de azúcar es inferior al de la mayoría del resto de las frutas, solo un 6%. Además es una fuente importante de vitaminas y minerales. Una ración de 300 gr de melón aporta el 75% de vitamina C que debemos tomar en un día, también nos facilita el 16% del potasio diario recomendado. Igualmente es rica en folatos, esenciales para el proceso de división celular y para la protección de las células contra el daño oxidativo.
Pero a pesar de las ventajas indudables y recomendables, también hay que ser comedidos, ya que no sienta igual a todos. De entrada hay personas que pueden sufrir algún tipo de reacción alérgica, que se picazón, rojeces, hinchazón y, en casos muy extremos y raros, dificultades respiratorias al consumir este tipo de fruta. Por otro lado, las personas diabéticas pueden disfrutar del melón con cautela, restringiendo la cantidad que comen por la alta cantidad de fructosa que contiene y que puede elevar el índice glucémico. Lo mismo ocurre con los que padezcan hipertensión, que debido a la cantidad de sodio puede agravar su situación.
Y ahora, sí, las tres recetas.
Batido de melón
Ingredientes
- 2 tazas de melón maduro
- Una taza de yogur griego
- Una cucharada de edulcorante
- Un sobre de gelatina en polvo (opcional)
- 1 o 2 tazas de hielo
Elaboración
Tras limpiar el melón de corteza y semillas, colocar todos los ingredientes, excepto la gelatina, en una licuadora y batir hasta que quede un líquido suave. Calentar un poco de agua y disolver en ella el polvo de gelatina, que una vez desecha se añade a la mezcla ya batida y volver a mezclar todo junto. Listo, solo queda servir.
Sopa de melón con jamón
Ingredientes
- Un kilo de melón de piel de sapo
- 100 ml de nata líquida
- 100 gr de jamón
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Sal
Pelar el melón y quitar todas las semillas, reservar una parte y cortar en trozos el resto. De la parte reservada, con un sacabocados de cocina ir haciendo bolas de melón que se dejan aparte. Lo sobrante y el melón cortado en trozos se tritura con la batidora eléctrica junto con la nata, la sal, la pimienta y el aceite de oliva virgen extra. Colar el resultado con un chino para afinar más la textura. Repartir la sopa en boles e incorporar a cada uno de ellos las bolas de melón y las virutas de jamón.
Crema de melón y puerros
Ingredientes
- Un litro de caldo de pollo, casero o de bote
- 100 ml de nata líquida
- 2 puerros
- 2 patatas
- Un melón
- Media cebolla
- Aceite de oliva
- Mantequilla
- Sal
Elaboración