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Vida y estilo

Tres recetas exquisitas de croquetas de verdura que no te puedes perder

En la cocina de aprovechamiento caben casi todos los ingredientes y los vegetales tienen también opciones más allá de las tortillas
Las croquetas resultan un delicioso modo de practicar la comida de aprovechamiento.
Las croquetas resultan un delicioso modo de practicar la comida de aprovechamiento.

En el mundo croquetil caben casi todos los ingredientes siempre y cuando se integren en una masa de bechamel lo más fina y suave posible. Es cierto que las favoritas en nuestra cocinas son las de jamón (con o sin queso), las de cocido y las de pollo. Pero todo aficionado a la cocina sabe que las posibilidades son muchas más, como las de bacalao, calamar, mejillones, setas y hongos, huevo, salmón, gambas, quesos variados... Vamos, que en lo que a creaciones con un solo protagonista o combinaciones de varios, la imaginación es el límite.

Pero a veces no quedamos en las proteínas animales y relegamos a las vegetales a un mero papel de comparsa, de complemento. Y no debe ser así ya que los productos de la huerta también tiene mucho que ofrecer. Para poder disfrutar de versiones vegetales de este tradicional aperitivo o cena estas son tres interesante propuestas.

Croquetas de guisantes y zanahoria

Croquetas de guisante y zanahoría listas para comer.

Croquetas de guisante y zanahoría listas para comer. NTM

Ingredientes

  • 100 gr de guisantes congelados
  • 25 gr de zanahoria
  • 100 gr de cebolla
  • 300 ml de leche
  • Media pastilla de caldo de verduras
  • Una hoja de laurel
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • 30 gr de mantequilla
  • 30 gr de harina de trigo
  • 2 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva o de girasol

Elaboración

Picar menudo la cebolla. Pelar y cortar la zanahoria en cubitos pequeños. En un cazo poner la leche con la cebolla, la zanahoria, la media pastilla de caldo de verduras, la hoja de laurel, sal, pimienta negra molida y llevar a ebullición con fuego fuerte. Cuando empiece a hervir, pasar a fuego suave y dejar cocer unos 20 minutos. Este tiempo se puede aprovechar para cocer los guisantes en abundante agua durante unos 5 minutos. Se trata de que se cuezan pero no queden muy blandos para que aporten textura. Una vez cocidos, escurrirlos y aplastarlos con un tenedor para que queden trozos y no una pasta. Se reserva.

Pasados los 20 minutos de cocción del resto de las verduras, separar con un colador la verdura y la leche y reservar ambos. La hoja de laurel se quita. En un cazo derretir la mantequilla a fuego suave para evitar que se queme. Añadir las verduras cocidas y sofreírlas durante unos minutos. En seguida incorporar la harina removiendo bien durante unos minutos para que se cueza bien. En este punto, ir añadiendo la leche que se ha reservado poco a poco mientras se remueve toda la mezcla para evitar queden grumos y la bechamel quede lo más fina posible. Antes de que la masa termine de hacerse, agregar los guisantes machacados y seguir removiendo hasta que la masa se haga del todo. Una vez hecha, extenderla sobre una bandeja y cubrirla con papel film para que se enfríe y repose.

Ya solo queda el rebozado de las croquetas. Hacer las bolas del tamaño que más guste, pasarlas por el huevo batido primero y después por el pan rallado. Una vez estén todas las bolas empanadas, freír en abundante aceite a unos 180º unos 5 minutos. Lo mejor es que queden completamente cubiertas y hacerlas de pocas en pocas para evitar que la temperatura del aceite baje. Al sacarlas, ponerlas sobre un papel absorbente para eliminar grasa.

Croquetas de calabacín y queso

A la croquetas de calabacín es conveniente hacerles una doble cobertura por su especial cremosidad.

A la croquetas de calabacín es conveniente hacerles una doble cobertura por su especial cremosidad. NTM

Ingredientes

  • 2 calabacines
  • 2 espárragos trigueros gruesos
  • Una cebolla
  • Una zanahoria
  • 40 g de harina
  • 100 ml de caldo de verduras
  • 300 ml de leche
  • 50 ml de aceite de oliva virgen
  • 50 g de queso rallado
  • Pan rallado
  • Un huevo
  • Aceite de oliva o de girasol para freír

Elaboración

Pelar y picar por lo menudo tanto la cebolla finamente como la zanahoria. Calentar el aceite en una cazuela y sofreírlas a fuego medio durante cinco minutos. Mientras, lavar y picar lo más fino posible fino los calabacines y los espárragos trigueros. Si se quiere, el calabacín se puede pelar. Añadirlos la cacerola, junto con un poco más de aceite si hace falta, y rehogar todo junto unos minutos más manteniendo el fuego. Cuando la verdura ya esté echa, incorporar la harina y remover bien para que se tueste bien y se mezcle con el resto de los ingredientes. Cuando ya se haya tostado un poco, añadir la leche poco a poco sin dejar de remover y después el caldo de verdura. Seguir dando vueltas para evitar que se formen grumos y que la bechamel quede fina y suave. Añadir el queso rallado para que se integre bien. Una vez que la masa esté a nuestro gusto, pasarla a una bandeja para que repose cubierta con papel film hasta el momento de la preparación final.

Para el rebozado de las croquetas, dar forma a las pelotas, pasarlas por el huevo batido primero y después por el pan rallado. Una vez estén todas las bolas empanadas, freír en abundante aceite, bien cubiertas, a unos 180º unos 5 minutos. Freírlas en pequeñas cantidades para evitar que el aceite se enfríe. Al sacarlas, ponerlas sobre un papel absorbente para eliminar grasa.

Croquetas de setas

Las croquetas de queso quedan muy cremosas.

Las croquetas de queso quedan muy cremosas. NTM

Ingredientes

  • 250 gr setas
  • Una cebolla
  • 2 huevos
  • 400 ml de leche
  • 50 gr de harina
  • 50 ml de aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Aceite de oliva o girasol para freír
  • Pan rallado
  • Un huevo

Elaboración

Limpiar las setas y cortarlas en trozos pequeños, al igual que la cebolla. En una cazuela calentar el aceite y cuando coja temperatura echar dentro la cebolla para que se vaya pochando a fuego medio bajo. En cuanto coja color, incorporar las setas, salar al gusto y subir el fuego a medio alto. Una vez hechas, bajar el fuego a medio bajo otra vez y añadir la harina para que se tueste, removiendo bien para que no se queme ni se pegue al fondo. Una vez que la harina se haya tostado se comienza a añadir la leche poco a poco sin dejar de remover con la varilla para mezclar bien los ingredientes y evitar que se hagan grumos en la bechamel. Cuando la masa quede consistente, de un espesor que convenza al cocinero, se pasa la masa a una bandeja y extenderla para que se enfríe y repose. Una vez más, cubrir con papel film bien pegado a la masa para evitar que se seque la superficie. Pasadas unas horas, o al día siguiente, ir haciendo porciones y darles forma antes de pasarlas por el huevo batido y el pan rallado. Después, freír en abundante aceite, bien cubiertas, a unos 180º unos 5 minutos. Freírlas en grupos de pocas croquetas para que se mantenga la temperatura del aceite. Una vez bien doradas, escurrirlas y eliminar el exceso de aceite.

2023-10-16T09:56:04+02:00
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