El Parque Natural del Moncayo es uno de los más emblemáticos y valiosos de la península ibérica. Con algo más de 11.000 hectáreas, su altitud y aislamiento le han dotado de una riqueza vegetal excepcional que cuenta con hayedos, robledales y abedules. Venerado desde época pasadas, es uno de los espacios naturales más importantes de Aragón y reúne una gran diversidad de ambientes, desde zonas extremadamente secas a exuberantes hayedos y bosques. Estos ecosistemas sirven de hábitat a una nutrida fauna, como jabalíes, corzos, tejones, águila real y otras rapaces.
Tanto el parque como sus alrededores ofrecen una amplia red de senderos. A continuación, te mostramos tres pistas irresistibles para gozar a fondo de este paraíso natural.
El encinar de Valdeabeja
La caminata parte desde la localidad de Alcalá de Moncayo, atravesando el pueblo por la calle principal y pasando por el lavadero y un depósito de agua. Antes de abandonar el casco urbano merece la pena recorrer sus calles para ver su arquitectura y sus fachadas. Para, incluso, adivinar los restos de su castillo.
Una vez llegados al bosque, hay que tomar el sendero GR-260 en dirección Talamantes. Durante todo el camino, las peñas de Herrera acompañan al senderista al fondo del barranco. Esta ruta es circular y basta con seguir las marcas rojas y blancas del sendero de Gran Recorrido para continuar con el camino de vuelta hacia Alcalá de Moncayo. La distancia total ronda los diez kilómetros y no presenta prácticamente desnivel.