Barcelona tendrá un alcalde soberanista y se postula para ejercer de dique de contención frente a la ola reaccionaria en el Estado español. Xavier Trias, de Junts, forjará hoy su pacto con Esquerra por el que Ernest Maragall será su número dos y los republicanos recibirán dos de las seis grandes áreas en que se repartirán las responsabilidades, al tiempo que se ultima un acuerdo programático donde se acerquen posiciones entre los dos grandes partidos independentistas y que afectan a temas urbanísticos, sectoriales y de proyectos de ciudad. Para cerrar el consenso, ERC someterá a votación esta alianza a sus bases antes del pleno de constitución de la tarde en el Ayuntamiento de la capital catalana y, aunque no se respaldara, el candidato posconvergente volvería a regir la ciudad ocho años después toda vez que la argucia del PSC de obtener el respaldo de los comunes y un par de apoyos del PP quedara desactivada.
El partido de Ada Colau tiene claro que votará a favor de su candidata y que no entrará en ninguna triangulación con los populares, algo que exploró el propio líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, durante una comida con su homólogo conservador, Alejandro Fernández, para impulsar a Jaume Collboni, del PSC. Es más, el propio PSOE se dirigió al movimiento impulsado por Yolanda Díaz para que presionara a los comunes y propiciaran que el regidor fuera el socialista. Tampoco el PP iba a entrar en la ecuación de arrope a Collboni si dentro de la misma se mantenía a Colau.
Trias abandonó la vara de mando en 2015 tras perder por 17.000 votos frente a la hasta ahora alcaldesa y después de una campaña de las cloacas del Estado, que difundieron información falsa contra él en el ámbito de la corrupción. El candidato de Junts fue el ganador el pasado mayo con 11 escaños, uno más que Collboni, dos más que Colau y seis más que Maragall. En Barcelona, en caso de no tejer una mayoría absoluta de 21 representantes, se hace con el poder quien encabeza el resultado en las urnas.
En este contexto de ámbito catalán, el candidato de Guanyem Girona, Lluc Salellas, será el alcalde de Girona después de que cerraran un pacto con Junts y ERC, que suman 17 de los 27 concejales del consistorio, desbancando a la candidata del PSC, Sílvia Paneque, que fue la más votada el 28-M, aunque empató en número de concejales –con 8– con Guanyem Girona, que es la marca de la CUP en este feudo. Gemma Geis logró seis concejales al frente de la candidatura de Junts, que había ocupado la Alcaldía desde 2011, cuando con el entonces candidato Carles Puigdemont terminó con 32 años de mandatos socialistas. Guanyem Girona nació en octubre de 2018 y se trata de una lista amplia que integran los anticapitalistas, socialistas independientes, comunes soberanistas y candidaturas independientes, un proyecto municipalista muy arraigado en los barrios y en la ciudad.
Jaume asens deja la política
Por otra parte, ayer se produjo todo un terremoto en el mundo de En Comú Podem. Jaume Asens, una de sus caras más visibles en el Congreso, no repetirá como cabeza de lista a las elecciones del 23-J después de producirse un intenso debate interno en la formación, que se planteaba una apuesta por la continuidad o la elección de la también diputada en la Cámara baja Aina Vidal. Por último, Asens adoptó la decisión de dejar la política institucional, por lo que la cara visible de Sumar por Barcelona será Vidal, procedente de Esquerra Verda e integrada en el proyecto de los comunes en espacios de responsabilidad. “Llegué a la conclusión de que hay personas que pueden liderar la organización en Madrid mejor que yo”, sentenció Asens, que en su carta de despedida no hizo mención a Díaz pero sí a Colau y al fundador de Podemos, Pablo Iglesias.