El Buesa Arena continúa siendo un fortín para el Baskonia, que hizo valer su superioridad ante el recién ascendido Coviran Granada y se impuso sin demasiadas complicaciones a los andaluces para igualar al Barça en la clasificación de la ACB con 17 triunfos. Pese a que la puesta en escena azulgrana no fue la ideal, el acelerón que Giedraitis, Kotsar y sobre todo Thompson dieron al equipo entre el primer y el segundo cuarto dio a los locales un importante colchón que supieron gestionar durante el resto del encuentro.
Peñarroya, con la intención de dar algo de tregua a sus principales jugadores pensando en el maratón de partidos que va a afrontar el equipo en marzo, alineó un quinteto poco habitual formado por Heidegger, Marinkovic, Raieste, Costello y Enoch. No le salió particularmente bien la jugada, ya que en el arranque el equipo salió blando en defensa y el Granada construyó una ventaja de nueve puntos en algo más de tres minutos de juego (3-12). Costello, con cinco puntos consecutivos, recortó diferencias y animó al técnico a mantener a los cinco titulares un rato más sobre la cancha cuando amenazaba la posibilidad de cambiar el quinteto al completo. Con la entrada de Thompson, Giedraitis y Kotsar, el conjunto local mejoró notablemente, redujo distancias y logró cerrar el primer cuarto por delante gracias a un triple de Dani Díez sobre la bocina (22-19).
En la reanudación, Thompson siguió pisando el acelerador y bajo su batuta el parcial se fue volviendo cada vez más sangrante para el combinado andaluz. Entre el final del primer cuarto y el principio del segundo, el Baskonia anotó 22 puntos frente a los únicamente dos del Granada, logrando así situarse con una ventaja de 15 tantos en el minuto 14 del partido. Renfroe logró romper la sequía anotadora visitante, pero Giedraitis y Kotsar siguieron estirando la renta hasta el 41-23. Con el regreso de Heidegger, Raieste, Enoch y compañía los de Pablo Pin lograron acercarse a 10 puntos con un triple de Bropleh y canastas por dentro de Niang y Maye, pero en esta ocasión los menos habituales contaron con acierto desde el perímetro y lograron recuperar la cómoda renta antes del descanso con el 56-39 obra de Raieste con un triple.
Gestión de la ventaja
Al regreso de vestuarios, el Baskonia, con Thompson y Giedraitis partiendo de inicio en el tercer cuarto, se propuso sentenciar el encuentro lo antes posible para poder tomarse con calma el tramo final y, aunque no logró escaparse definitivamente en el marcador como sucedió contra el Valencia Basket, sí que logró mantener su ventaja alrededor de los 20 puntos. Costello y Enoch sacaron provecho de los precisos envíos de Thompson y anotaron con cierta asiduidad, mientras el Granada encontraba vías para sumar por dentro, pero sin lograr poner freno a la producción ofensiva local. Pese a ello, el ánimo de los hombres de Pablo Pin, con piernas frescas tras más de 20 días sin partidos oficiales, no decayó y obligó a los alaveses a seguir trabajando para evitar sustos al final. Lograron acercarse los andaluces a 14 puntos con el 76-62, pero Dani Díez evitó que las aguas comenzaran a revolverse con un triple.
El alero madrileño estaba completando un partido notable abriendo la cancha desde el triple con 11 puntos, pero nada más comenzar el cuarto decisivo fue descalificado en un encontronazo con Lluis Costa, en el que el jugador del Granada también terminó expulsado. Costa, tras derribar a Díez en un bloqueo del segundo, le dio unas provocadoras palmadas en la mejilla, a lo que el azulgrana respondió con un manotazo en la cara. Los colegiados lo tuvieron claro tras la revisión: los dos al túnel de vestuarios. El rifirrafe fue de lo más emocionante que sucedió en los últimos diez minutos, en los que el Baskonia se dedicó a mantener su colchón. A Peñarroya le habría gustado seguramente poder ampliar la brecha y dar aún más descanso a sus puntas de lanza, pero Renfroe se empeñó en no tirar la toalla y con sus triples y sus asistencias a Ndoye y Niang obligó al técnico catalán a introducir a Thompson y a Giedraitis una última vez.
A falta de tres minutos para el final, Costello selló definitivamente el triunfo azulgrana con un triple (95-77) y Peñarroya se permitió incluso hacer debutar a Savkov con la camiseta azulgrana, poniendo la guinda a la fiesta en el Buesa Arena (105-81).