El Baskonia no se podía permitir fallar en casa de uno de los peores equipos del arranque de la ACB para no complicarse su camino hacia la Copa del Rey y cumplió logrando un cómodo triunfo y hurgando en la herida del Casademont Zaragoza, que aún no conoce el triunfo esta temporada. En un duelo en el que las defensas brillaron por su ausencia, el Baskonia bombardeó al conjunto maño desde el perímetro e incluso se permitió el lujo de gestionar los esfuerzos de sus jugadores más fatigados de cara a la intensa semana con triple partido que deberán afrontar ahora.
Los tres primeros minutos, con Kurucs, Howard, Raieste, Hommes y Kotsar sobre la cancha, fueron un monólogo baskonista y un anticipo de lo que vendría después. Los gasteiztarras lograron colocarse rápidamente con una ventaja de 0-10 gracias a un triple de Hommes y siete puntos de Howard, que retomó las cosas donde las dejó en el encuentro del pasado viernes contra el Partizan. A Martin Schiller, ante la incapacidad de su equipo para anotar, no le quedó más remedio que parar el encuentro para intentar recomponer a su equipo. Con ello no consiguió poner freno al ritmo anotador baskonista, pero a partir de ese momento el Zaragoza puso en marcha la maquinaria en ataque. Apareció Yusta, pero sobre todo el joven Aday Mara, que a sus 17 años irrumpió en su debut en la ACB con ocho puntos seguidos para poner el 16-21, dando muestras de su calidad y sacando partido a sus casi 2,20 metros de altura. Eso sí, se encontró con la respuesta de Hommes, que anotó los cuatro triples que intentó en un primer cuarto que terminó 21-29.
El segundo parcial continuó por los mismos derroteros, con enorme acierto exterior baskonista y defensas prácticamente inexistentes por parte de ambos conjuntos. En ese continuo intercambio de golpes salieron beneficiados los azulgranas, que con mejores porcentajes y bastante más calidad que sus oponentes se fueron distanciando hasta cerrar la primera mitad con un marcador de 43-60 propio de un descanso de la NBA o de algunos finales de partido de la ACB. Rokas Giedraitis, con 17 puntos en los primeros 20 minutos, fue el gran protagonista del segundo cuarto gracias a sus penetraciones, con las que forzó viajes a la línea personal, y su acierto desde el perímetro, donde se encontró con lanzamientos excesivamente cómodos para un tirador de su calidad.
Pequeño susto y reacción
En la reanudación, tal vez por lo cómoda que resultó la primera parte, el Baskonia regresó de los vestuarios más apático y se vio sorprendido por un Zaragoza que subió varias marchas en defensa y empezó a encontrar opciones de correr la cancha y anotar canastas en transición gracias a las internadas de Yusta y Ponitka. El apagón ofensivo de los hombres de Peñarroya fue tal que su primera canasta en juego del tercer cuarto no llegó hasta superados los ocho minutos de juego, cuando el marcador reflejaba un 60-66 tras un parcial de 17-6 en el que los alaveses solo anotaron desde la línea de tiros libres. Costello puso fin a la mala racha con una acción de canasta y personal, y Kurucs, con dos triples consecutivos para cerrar el tercer parcial, volvió a llevar la ventaja a los dobles dígitos.
Al comienzo del cuarto decisivo, un triple de Sedekerskis y una canasta de Costello establecieron la máxima renta hasta entonces para el Baskonia con el 62-80 y terminaron por enterrar cualquier esperanza de remontada que hubiera generado el Zaragoza durante sus buenos minutos del tercer parcial. Marinkovic, que no participó en la primera parte pero tuvo que ingresar durante la mala racha azulgrana, ayudó a subir las prestaciones en defensa y dejó el choque visto para sentencia con cinco puntos que pusieron el 65-87. Con todo decidido, Joan Peñarroya, que ya había tenido poco tiempo sobre la cancha a sus hombres más importantes, optó por jugar el tramo final del encuentro con los menos habituales pensando ya en el duelo del miércoles contra el Estrella Roja en el Buesa Arena, en el que intentará confirmar su buen momento de juego y confianza.
El Zaragoza, por su parte, pudo maquillar el marcador definitivo (83-97) frente a la segunda unidad azulgrana, pero le esperan unas horas intensas en las que seguro se debatirá sobre el futuro de Martin Schiller en un proyecto que no ha empezado nada bien.