Malos tiempos para la lírica. Y, en general, para libertad. Las urnas -sí, ellas- marcaron hace dos meses el retorno a la presidencia de Estados Unidos del líder carismático del populismo planetario de extrema derecha. La alocución al renovar el mandato ayer en Washington confirma que Donald Trump está dispuesto a que los excesos de su primera legislatura sean una broma en comparación con los que nos deparará en la segunda.
#LuchaLuchaLucha
El meme oficial del segundo mandato da miedo
En las horas previas a la arenga de la toma de posesión, Trump se dio un baño de masas en el Capitol One Arena de la capital federal. Por si quedaban dudas, el evento llevaba por título El mitin de la victoria. “¡Ganamos! Qué gran sensación. Nos gusta ganar, ¿verdad?”, galleó el magnate ante la enfervorecida concurrencia. Unas horas después, encontró un rato para entrar en su cuenta oficial de X (normalmente lo hace en persona) a presentar lo que denominó “mi nuevo meme oficial”. Se trata de una imagen en blanco y negro apostillado por el lema ”Lucha, lucha, lucha”. Da mucho miedo.
#AmericaFunAgain
Elon Musk, siempre presente
El jefe de X y (de momento) amigo íntimo del 49º presidente de EE.UU., Elon Musk, se sumó al festejo compartiendo su propio meme. Sobre la imagen de los dos muchimillonarios despendolados en la celebración del Capitol One Arena, se leía una variante del lema trumpista por excelencia: “Hagamos América divertida otra vez”. Glups.
#SantiWasHere
Abascal, invitado de primera fila a los fastos
La flor y nata del facherío internacional se dio cita en los fastos a mayor gloria del regresado a la presidencia de Estados Unidos. Entre los que más ruido han hecho se cuenta, cómo no, el líder de Vox, Santiago Abascal. “Estamos aquí para decir que España no es Pedro Sánchez. Que en España hay un gobierno con gestos cada vez más tiránicos pero que también hay una oposición y un pueblo que rechazan a este gobierno”, tuiteaba el de Amurrio desde las inmediaciones de la Casa Blanca.
#VenezuelaPresente
Edmundo también se apunta
Y como hay que decirlo todo, habrá que contar que también acudió a la toma de posesión quien se reclama (muy probablemente, con razón) presidente legítimamente elegido aunque no reconocido de Venezuela, Edmundo González Urrutia.
“¡Venezuela presente!”, escribía el líder antichavista asilado en Madrid sobre un artificioso vídeo de sí mismo en un automóvil camino de la toma de posesión de Trump en el Capitolio. Ni se daba cuenta de que, una vez más, estaba regalando un triunfo a Nicolás Maduro.