El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha insistido en su inocencia durante un discurso en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, sus primeras alegaciones en público después de declararse no culpable de 34 cargos en el marco del presunto soborno a la actriz de cine porno Stormy Daniels, asegurando que "nuestro país se va al infierno".
Con esta frase ha comenzado sus declaraciones en una lujosa estancia dentro de su mansión, rodeado de cientos de simpatizantes --más de 200 según la cadena CNN-- vestidos con 'merchandising' del expresidente, a los que ha estrechado la mano entre cánticos de "¡Estados Unidos!", con la presencia de sus hijos, a quienes ha agradecido su apoyo, y varios congresistas republicanos que le apoyan abiertamente, como Marjorie Taylor Greene.
Acusado de 34 delitos
"El único crimen que he cometido ha sido defender sin miedo nuestra nación de aquellos que buscan destruirla", ha insistido el presidente, frente a un podio con información sobre cómo donar a su campaña electoral, ante numerosas banderas estadounidenses y con otra enganchada en la solapa del traje azul con camisa blanca y corbata roja que se ha convertido en su 'uniforme'.
"Nunca pensé que nada de esto podría pasar en Estados Unidos", ha asegurado, poniendo el foco durante su discurso en la falta de base de las acusaciones por las que se le imputa.
"(El caso) debería ser abandonado inmediatamente. Todo el mundo, mis abogados, todo el mundo, dice 'aquí no hay nada', ¡no hay caso!", ha reiterado.
Arremete contra la Justicia
También ha criticado al actual mandatario, Joe Biden, por querer esconder sus propios problemas con la justicia --ha hablado de los documentos encontrados en su residencia--, y ha insistido en su tesis del fraude electoral en los comicios de 2020, pero se ha centrado especialmente en criticar al juez, Juan Merchan, y al fiscal del distrito de Manhattan, Andy Bragg.
"Tengo un juez que odia a Trump, que tiene una mujer que odia a Trump", ha denunciado, insistiendo en la idea de que Bragg tiene fijación con "perseguir a Trump" y que el propio fiscal debería "ser imputado o al menos dimitir".
Electoralismo
Asimismo, ha tenido también palabras para la situación internacional, mencionando que bajo su mandato, "Rusia invadiendo Ucrania" nunca habría ocurrido.
"Hay una gran nube oscura sobre nuestro país, pero no tengo ninguna duda de que haremos a Estados Unidos grande otra vez", ha acabado el expresidente, en un discurso de 25 minutos interrumpido numerosas veces por los aplausos y vítores de sus simpatizantes, o los abucheos cada vez que mencionaba a Biden, a los demócratas y, especialmente, a los encargados de llevar su caso.