Donald Trump se ha unido a las voces conspirativas que cuestionan la versión oficial de que el asalto a Paul Pelosi, marido de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, fue parte de un allanamiento a su residencia el pasado fin de semana.
"Están sucediendo cosas extrañas en ese hogar en las últimas semanas. Sabes, probablemente, es mejor que tú y yo no hablemos de eso", dijo este martes en durante una entrevista con el locutor de radio conservador Chris Stigall.
Trump ha repetido una de las teorías que han estado esparciendo algunos medios y comentaristas conservadores de que la ventana "se rompió de adentro hacia afuera", por lo que no habría sido un robo, sino "una fuga".
"Todo esto es una locura (...), pero la ventana estaba rota y fue extraño que los policías estuvieran allí prácticamente desde el momento en que sucedió todo", ha continuado Trump no sin antes reconocer que si bien "no es fanático de Nancy Pelosi", reconoce que lo ocurrido es "muy triste".
Desde que el pasado viernes se conociera que la residencia de los Pelosi sufrió un allanamiento y que el esposo de la presidenta de la Cámara fue golpeado, la derecha mediática ha cuestionado la versión de la Policía y ha lanzado sus propias conjeturas, como que Paul Pelosi y el intruso eran amantes que se habían peleado.
"Ninguna evidencia"
"No hay absolutamente ninguna evidencia de que el señor Pelosi conociera a este hombre. De hecho las pruebas indican exactamente lo contrario", zanjó en una entrevista para la CNN el jefe de la Policía de San Francisco, William Scott.
El expresidente de Estados Unidos no es el único que se ha tomado a broma el asalto, el mayor de sus vástagos, Donald Trump Jr, compartió en su perfil de Twitter una imagen de unos calzoncillos y un martillo con el título 'Tengo listo para Halloween mi disfraz de Paul Pelosi'.
No es la primera vez que Trump pone oídos a este tipo de teorías de la conspiración cuando no es él mismo el que las difunde, como las de que las elecciones presidenciales de 2020 le fueron escamoteadas, un argumentario que sirvió para que miles de sus seguidores acudieran al Capitolio en Washington para impedir el traspaso de poder al presidente, Joe Biden.
Otras a las que ha dado pábulo suenan inverosímiles, como aquella de QAnon que le sitúa como una suerte de cruzado contra una red de pedofilia liderada por Hillary Clinton y otros demócratas, o la de que el padre del senador republicanos Ted Cruz pudo haber estado involucrado en el asesinato de John F. Kennedy.