Tubacex comunicó ayer unos resultados “históricos” en 2022, con unas ventas que duplican las del ejercicio anterior y un beneficio después de impuestos de 20,2 millones, gracias sobre todo al impulso de los proyectos relacionados con nuevas infraestructuras energéticas. Después de dos años en pérdidas, se trata de los mejores resultados desde 2014 del grupo, que apeló a poner en valor las cifras “dado el contexto de incertidumbre económica global”.
El año pasado, en la presentación de resultados de 2021, el consejero delegado del grupo vasco, Jesús Esmorís, ya avanzó que los datos de 2022 “deberían estar por encima de los alcanzados en 2018 y 2019”, merced al “cambio de tendencia” que se había observado en el comportamiento de la empresa en el segundo semestre, a pesar de que las ventas en conjunto de ese año habían caído un 50% respecto a los años anteriores a la pandemia. Efectivamente, las cifras del pasado año recolocan a la empresa en una “posición diversificada y global”, según el balance hecho público ayer, que ratifica también “una tendencia estructural a largo plazo” de mejora en las ventas y beneficios.
Después de un convulso 2021, con una huelga indefinida convocada para protestar contra el ajuste de empleo y que se clausuró tras 235 días de paros en las dos plantas alavesas del grupo, el pasado ejercicio devolvió a Tubacex a la senda ascendente, con unas ventas de 714 millones, casi el doble de los 365 millones de este apartado en 2021. Por otra parte, la cartera de pedidos alcanzó los 1.650 millones de euros, la más alta en la historia del grupo. Además, la deuda financiera se redujo en casi 50 millones.
Tubacex se está viendo beneficiada por el auge internacional del desarrollo de infraestructuras relacionadas con la transición enérgética, un campo en el que todos los países están multiplicando sus esfuerzos y más aún si cabe tras la guerra de Ucrania, que mostró a Europa los problemas de la dependencia del gas y el petróleo rusos. El almacenamiento y captura de carbono, los desarrollos de hidrógeno y las plantas de recuperación de biomasa, así como pedidos vinculados a la producción de gas, están impulsando de nuevo la actividad de Tubacex.
La pujanza de los mercados emergentes se aprecia en el hecho de que el mayor porcentaje de las ventas del grupo se concentra en Asia (36%), seguido por Europa (31%), América (29%) y África (4%). En este sentido, Tubacex logró el año pasado una adjudicación fundamental con un contrato –el mayor de su historia– con la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi por unos 1.000 millones de euros para construir una planta de acabado de tubo y roscado que se prevé comience a funcionar a partir del año que viene, según las previsiones de la firma.
El grupo ha continuado también con la diversificación de negocios comenzada años antes, de forma que en 2022 registró los “primeros pedidos relevantes” para el suministro de equipos directamente a fabricantes de automoción. Por otra parte, con las sanciones a Rusia, principal exportador mundial de fertilizantes agroalimentarios, se ha acrecentado el interés de muchos países por estimular la producción propia de estos componentes, lo que ha situado a Tubacex en una buena perspectiva para lograr nuevos contratos vinculados a este sector.
EN DATOS
Beneficios
2022. Tubacex cerró 2022 con un beneficio neto de 20,2 millones de euros tras dos años de pérdidas (en 2021 de 32,2 millones de euros y en 2020 de 25,3 millones de euros) y con unas ventas de 714,7 millones, frente a las 365 del ejercicio anterior.
Pedidos
CAMBIO DE TENDENCIA. La cartera de pedidos se sitúa en 1.650 millones, la más alta de la historia de la empresa. La compañía ha propuesto el reparto a sus accionistas de un dividendo bruto por 8,1 millones.
Ventas
INTERNACIONALES. El pasado fue un año en el que sus ventas fueron dirigidas en un 36% al mercado asiático, un 31% al europeo, un 29% a América y el 4% restante a África.
Futuro
PROYECTOS. Tubacex va a centrar su producción en los próximos años en instalaciones de almacenamiento de energía, hidrógeno y biofueles.