El equipo de gobierno de Navarra Suma en el Ayuntamiento de Tudela se gastará en acometer la última etapa de las excavaciones de San Nicolás el doble de lo que le hubiera costado llevar a cabo la última campaña que, de forma unilateral, y sin dar explicaciones, decidió suspender en 2021. Esta decisión se adoptó sin explicar los motivos y pese a que existía presupuesto para ello y el Gobierno de Navarra había también aprobado conceder una subvención de, aproximadamente, la mitad del coste estimado.
La semana pasada el arqueólogo Juanjo Bienes inició los trabajos arqueológicos para acometer la última fase antes de que se inicien las obras de restauración y acondicionamiento del antiguo templo para destinarlo, en un futuro y siguiendo el proyecto de José Ignacio Zuazu, en Tudela Green Temple. Según lo anunciado por el concejal de Urbanismo, Zeus Pérez, la cantidad que se va a destinar a las excavaciones son 16.833 euros cuando el coste que hubiera tenido realizar la última campaña con la ayuda del voluntariado (como se había hecho desde 2014) hubiera oscilado entre 7.000 y 8.000 euros y además el Ejecutivo foral ya había aprobado una ayuda de alrededor del 50%.
Para estos nuevos trabajos arqueológicos tendrá el plazo de un mes, tiempo en el que debe excavar dos hileras de enterramientos que quedaban por acometer, así como buscar elementos constructivos islámicos que se pudieran emplear en la primitiva iglesia original del siglo XII.
Ayer salieron a licitación los trabajos de recuperación y acondicionamiento del edificio por 1,157 millones de euros y un plazo de 270 días (9 meses). Los trabajos dejarán preparado el espacio pero que en un futuro se amueble y prepare para el uso que se le quiera dar (Tudela Green Temple).
SIN RAZÓN
Hay que recordar que en septiembre de 2021 el Ayuntamiento de Tudela recibió el visto bueno del Servicio de Patrimonio del Gobierno de Navarra para que terminara la excavación para lo cual la Junta de Gobierno que preside Alejandro Toquero aprobó destinar a ello 4.568 euros. Ese fin de excavación, que se adjudicó a la misma persona que había realizado los talleres y que según el equipo de gobierno no había documentado los hallazgos, nunca se llevó a cabo durante este año y medio y se va a iniciar ahora en 2023 cuando el equipo de gobierno ya ha encontrado un uso al antiguo templo.
La máxima explicación que ofreció la ya exconcejala de Centros Cívicos, Erika Navarro (el alcalde Alejandro Toquero nunca se quiso manifestar ni ofreció explicaciones), fueron las afirmaciones de que “solo se han catalogado los objetos encontrados en el primer taller de 2014. Se han realizado 12 talleres sin catalogar ningún resto. No entiendo cómo se ha podido seguir con una actividad de la cual no conocían su importancia arqueológica”.
Desde Patrimonio se negó este extremo y además el último informe del arqueólogo Juanjo Bienes sobre los hallazgos en San Nicolás data de mayo de 2021 (sobre la campaña de 2020) y fue publicado en la revista Trabajos de Arqueología del Gobierno de Navarra e incluso e una nota de prensa del Consistorio de 2020 se señalaba que “una vez terminadas las excavaciones se ha procedido a catalogar las piezas encontradas que serán expuestas en las visitas guiadas”.
Los voluntarios que participaron en los talleres recogieron 1.100 firmas para su continuación, sin resultado. En rueda de prensa acusaron a Toquero y a la concejala Navarro de hacer “interpretaciones sesgadas” para justificar el cierre como decir que “tiran los huesos al güesario del cementerio”. Según señalaron “evidencian una ignorancia absoluta de la práctica arqueológica de esta actividad municipal. Los huesos que se llevan al osario (no güesario) son los que salen de relleno, mezclados, que no aportan información. Pero los que salen con conexión anatómica, se excavan, limpian, se dejan secar y se introducen en bolsitas etiquetadas. Así hasta los más de 250 cuerpos exhumados”.