Después de dos años sin poder celebrarse y dos Ángeles sin poder cumplir su misión (Aimar Sánchez y Haizea Maisterra), Verónica Serrano ha cruzado esta mañana el cielo de la plaza de Los Fueros de Tudela para anunciar a la Virgen que su hijo ha resucitado y que se ha acabado el luto por Jesús. La plaza se encontraba abarrotada de público, como hacía años que no sucedía y el buen tiempo ha acompañado a este reencuentro con la tradición de la Bajada del Ángel que hunde su origen, en su formato actual, hace casi 400 años. En todo este tiempo, apenas se había dejado de celebrar una docena de veces, en la Francesada (1809-1813), en 1869 tras una nevada, durante los años de la República (1932-1936), tras una fuerte lluvia en 1958 y estos dos últimos años 2020 y2021, por lo que el encuentro de la tradición con los vecinos y vecinas de Tudela se espera con mucha ilusión, dado que es uno de los actos más queridos.
Verónica, la pequeña de 7 años (que cumplirá los 8 la semana que viene) no ha defraudado y pese al silencio que ha guardado durante todo la mañana (mientras Miguel Ángel Vallejo, Ana María Arregui y Goyo Terrén) la vestían y en la Casa del Reloj, lo ha hecho con una profesionalidad y una delicadeza digan de destacar. Su rostro serío en la ventana de la Casa del Reloj antes de ser colgada en la maroma, ante los ojos de miles de personas, daban sensación de que estaría nerviosa, pero era en realidad concentración.
Sus padres Javier Serrano y Virgina Lacalle lo han sufrido en silencio y en la distancia, él cerca de ella en la Casa del Reloj, y ella junto a la imagen de la Virgen en el suelo de la plaza de Los Fueros viendo cómo su hija gritaba el "¡Alégrate María, que tu hijo ha resucitado!" que antecede a la retirada del velo y al fin de la Semana Santa en Tudela.
Tras la retirada del luto, Verónica ha acompañado a la imagen hasta la catedral donde hizo la comunión, otra de la tradiciones que se suelen realizar tras la ceremonia de la Bajada del Ángel, Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2002.