Turki, dueño del Almería, ¿apuesta real o capricho?

Los petrodólares aterrizaron en un flamante avión privado en el coqueto aeropuerto de Almería, ahora calmado, si bien comienza a intuirse algo más de movimiento de lo habitual con el verano asomando en un horizonte no muy lejano, en agosto de 2019. Tras 16 años al frente de la Unión Deportiva Almería, Alfonso García le vendió el club a Turki Al-Sheikh (Riad, Arabia Saudí, 1981) a cambio de 20 millones de euros y otros siete en deudas. ¿La llegada de un nuevo jeque al fútbol? No, pero como si lo fuera, pues las escasas referencias que existen en internet sobre su patrimonio apuntan a que este supera los 2.000 millones de euros. En realidad, Turki es ministro en su país natal, donde ejerce de asesor de la corte real, además de ser el presidente de la Autoridad General de Entretenimiento. Lo que no queda tan claro, quizá porque solo han pasado cuatro años desde su llegada, es si la compra del Almería es una apuesta real o un simple capricho. En definitiva, si los aficionados del club andaluz vivirán lo que le tocó en su momento al Racing, con Ali Syed al frente, o más recientemente al Valencia de Peter Lim o el Málaga de Al Thany; o si el multimillonario saudí va en serio y el proyecto tiene visos de prosperar.

Para conocer un poco más la figura del propietario del equipo con el que se verá las caras este sábado por la tarde el Athletic en el Power Horse Stadium, antes conocido como Estadio de los Juegos Mediterráneos, cosas de la llegada de Turki al club, DEIA ha pulsado la opinión de tres periodistas que ejercen su profesión en Almería.

Paco Gregorio, del Diario de Almería, recuerda que los aficionados del club vivieron “con mucha ilusión” el aterrizaje del multimillonario. “El club se encontraba a la deriva en los últimos años con la anterior propiedad. Se habían logrado dos ascensos a Primera, pero Alfonso García había rebajado mucho la inversión”. Nico García, del As, relata así lo vivido en agosto de hace cuatro años: “Las conversaciones para la compra del club se llevaron con mucho secretismo y de un día para otro se informó que se iba a vender el club a un multimillonario, que parecía algo impensable. Con el paso de las semanas se fue teniendo más información”.

Txabi Ferrero, muskiztarra afincado en Almería desde hace dos décadas y que trabaja también en el Diario de Almería, rememora cómo “la llegada de Turki convulsionó a la ciudad y al aficionado rojiblanco”. “La presidencia anterior estaba más que desgastada y agotada. Ningún empresario de la zona movió un dedo para hacerse con la propiedad y Turki aprovechó el hueco para hacerse con el club por un precio irrisorio para él”.

Sobre la percepción que la afición del Almería tiene sobre el presidente, Ferrero sostiene que esta no es “ni buena ni mala”. “De momento está cumpliendo con su palabra. Dijo que el objetivo era ascender al equipo a Primera en tres años y lo consiguió. Ha renovado el estadio prácticamente en su totalidad, ha buscado un patrocinador para él, tiene intención de ampliar y ha comprado unos terrenos para levantar una ciudad deportiva. La duda está en saber cuál es el nivel de su paciencia, cuántos años aguantará, si lo dejará o lo venderá si el equipo baja... Hay un ramillete de incógnitas”, agrega.

García, por su parte, cree que “la impresión” de los hinchas es “buena”. “Está cumpliendo con lo que prometió y, además, durante la pandemia se involucró mucho con la ciudad en aspectos sociales. Hizo donaciones a hospitales, ha ayudado también en las zonas más desfavorecidas de Almería donando comida... Hay algunas cosas que no se entienden del proyecto, como algunos fichajes que la gente no ha valorado muy bien, pero de momento van bien las cosas”.

Desde la distancia

Sin apenas presencia en el estadio almeriense y en la ciudad, Turki gestiona el club desde la distancia, hasta el punto de que “solo ha ofrecido una comparecencia de prensa desde que compró el club”, tal y como asegura Paco Gregorio. “Estuvo por última vez en agosto de 2022, cuando el Almería recibió al Real Madrid y aprovechó para fotografiarse con Florentino Pérez”.

Poco más se sabe de Turki, más allá de su afición por el fútbol y las redes sociales. Sorprendidos los tres periodistas por la paciencia que está teniendo el dueño con el entrenador, Rubi, todos ellos señalan que la impresión generalizada en la afición es que de cara al futuro, no parece que al Almería le vaya a suceder como a otros equipos, abandonados a su suerte por sus caprichosos propietarios.