Un tribunal turco absolvió hoy a cuatro defensores de derechos humanos, entre ellos el expresidente de Amnistía Internacional (AI) en Turquía, Taner Kiliç, y a la directora de la rama turca de la misma organización, Idil Eser, después de años de recursos judiciales.
Los cuatro fueron detenidos en julio de 2017 durante una reunión con otros siete activistas, entre ellos alemanes y suecos, y se les acusó de mantener vínculos con diferentes grupos terroristas.
En julio de 2020, Kiliç fue condenado a seis años de cárcel, mientras que Eser y los activistas Günal Kursun y Özlem Dalkiran recibieron penas de dos años, aunque ninguno ingresó en prisión mientras se recurría la sentencia.
La mayoría de los procesados en este caso pasaron ya más de un año en prisión preventiva entre 2017 y 2018, acusados de mantener vínculos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y con el grupo armado ultramarxista DHKP-C, organizaciones enfrentadas entre ellas.
El Tribunal Supremo turco desautorizó la sentencia condenatoria el pasado noviembre y ahora el tribunal de Estambul al que volvió el caso ha confirmado la absolución, al no hallar indicios de actividades delictivas.
"La sentencia pone fin a una farsa judicial de espectaculares dimensiones. Revela el objetivo verdadero de estas acusaciones con motivaciones políticas: utilizar los tribunales como arma para silenciar voces críticas", comentó hoy la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.